Untitled - Florencia Bohtlingk

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Untitled - Florencia Bohtlingk
Florencia Böhtlingk
Pinturas 1992 - 2012
Florencia Böhtlingk
Pinturas 1992 - 2012
Editado por María del Carril
Mujer cabeza de aloe , 1992,
óleo sobre tela, 110x80cm
Para Tacio y Remo
Nombre obra, año, técnica, medida
Sol, luna, aloe, rosa , 1992,
acrílico sobre tela, 240x165cm
Versión deLa alegría de vivir de Max Ernst, 1994, óleo sobre tela, 190x220cm
9
Aloe noventas, 1993, óleo sobre tela, 160x140cm
Paisaje polar, 1994, óleo sobre tela, 140x160cm
11
Agave surrealista, 1994, óleo sobre tela, 150x130cm
El peligro de las grandes vegetaciones , 1993, óleo sobre tela, 130x190cm
13
Torre vegetal, 1993, óleo sobre tela, 170x130cm
Cómo perder el tren , 1993, óleo sobre tela, 200x200cm
15
Sirena, 1994, óleo sobre tela, 130x140cm
Gruta, 1994, óleo sobre tela, 130x140cm
17
Cóctel cañito , 1994, óleo sobre tela,
150x100cm
Janelas verdes green, 1995,
óleo sobre tela, 195x152cm
Páginas siguientes:
São Paulo, 1995, óleo sobre tela,
140x160cm
Ponche Munich, 1995, óleo sobre tela,
170x150cm
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Página anterior:
Pampa junio, 1998, óleo sobre tela,155x300cm
Boulevard, 1999, óleo sobre tela, 140x160cm
Roca verde, 1997, óleo sobre tela, 120x100cm
25
Salto La Bonita , 1998, óleo sobre tela, 140x160cm
27
Primer salto, 1996, óleo sobre tela, 30x20cm
Espesura de la selva , 1999, óleo sobre tela, 80x70cm
29
Camino cuatro bocas, 1997, óleo sobre tela, 50x70cm
Camino grande , 1999, acrílico sobre tela, 170x190cm
31
El Río Paraíso en la chacra de Daniel , 1999, óleo sobre tela, 180x200cm
33
Salto Mónaco, 2001, acrílico sobre tela, 150x190cm
35
Moconá, El que traga , 2000, acrílico sobre tela, 37x86cm
37
La olla, 2000, acrílico sobre tela, 200x250cm
39
Salto con pareja, 2002, óleo sobre tela, 150x200cm
41
Salto vertical, 2001,
óleo sobre tela, 150x100cm
En la selva, 2003, óleo sobre tela, 150x150cm
43
Tropicalia, 2002, óleo sobre tela, 73x100cm
45
Monte Germán, 2001, óleo sobre tela, 100x150cm
Meditadores, 2002,
óleo sobre tela, 150x225cm
47
La vida en la selva , 2004,
acrílico sobre tela, 130x200cm
49
Salto dramático, 2003, óleo sobre tela, 140x170cm
Bañistas, 2004, óleo sobre tela, 198x170cm
51
Salto con monitos, 2008, óleo sobre tela, 150x200cm
53
Cae la noche tropical , 2003, óleo sobre tela, 130x150cm
Domingo en el monte, 2004, óleo sobre tela, 125x120cm
55
Niña africana, 2005, óleo sobre tela, 90x90cm
Jefe Masaii, 2005, óleo sobre tela, 90x90cm
57
Joven africano, 2005, óleo sobre tela, 115x95cm
Mujer africana, 2005, óleo sobre tela, 115x95cm
59
Banano, 2006, óleo sobre tela, 150x190cm
61
Campamento en el río, 2007,
óleo sobre tela, 140x190cm
63
Banano invierno, 2006, óleo sobre tela, 100x90cm
Paisanos, 2006, óleo sobre tela, 100x70cm
65
Adentro, 2007, óleo sobre tela, 150x200cm
67
Jardín azules, 2007, óleo sobre lino, 100x150cm
Jardín El diamante, 2007, óleo sobre tela, 150x190cm
69
Helecho, 2010, óleo sobre tela, 140x140cm
Satori, 2007, óleo sobre tela, 140x120cm
71
Luna llena, 2008, óleo sobre tela, 150x190cm
73
Mangrove graffiti, 2008, acrílico y óleo sobre tela, 140x190cm
75
Playa, 2008, acrílico y óleo sobre tela, 140x180cm
Palo Borracho, 2009, óleo sobre tela, 145x185cm
77
Nueve monos, 2009, óleo sobre tela, 100x100cm
Mediodía en la selva , 2010, óleo sobre lino, 130x130cm
79
La familia del colono , 2009, óleo sobre tela, 140x140cm
81
El colono, 2009, óleo sobre tela, 150x150cm
Páginas siguientes:
La tarde, 2009, óleo sobre tela, 130x130cm
Nocturno, 2011, óleo sobre tela, 145x145cm
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Selvita flúo, 2010, óleo sobre tela, 110x100cm
Selva misionera con urracas , 2011, óleo sobre tela, 140x190cm
87
El amor en las aves de Misiones , 2011, acrílico y óleo sobre tela, 140x180cm
Insectos y aves, 2011, acrílico sobre tela, 150x190cm
89
Autorretrato en el Río de la Plata, 2010, óleo sobre tela, 140x170cm
91
Nombre obra, año, técnica, medida
Músicos en la ribera, 2011, acrílico y óleo sobre tela, 146x195cm
93
Los bajos del temor, 2010, óleo sobre tela, 145x180cm
95
Los isleños , 2010, óleo sobre tela, 195x145cm
Orilleros, 2010, acrílico sobre tela, 155x145cm
97
Primavera en los bajos, 2010, acrílico sobre tela, 142x195cm
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Veinte garzas, 2010, óleo sobre tela, 140x180cm
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Ceremonia umbanda , 2010, óleo sobre tela, 100x100cm
Mujer leyendo y Caraguatá, 2011, óleo sobre tela, 150x180cm
103
Restos umbanda en la orilla , 2010, óleo sobre tela, 150x150cm
Recolectores de juncos , 2011, óleo sobre tela, 100x92cm
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Páginas anteriores:
Remo en el jardín, 2010, óleo sobre lino, 130x130cm
Tacio y Remo, 2010, óleo sobre lino, 130x130cm
Domingo en familia , 2010, óleo sobre tela, 140x190cm
109
Residencia , 2011,
óleo sobre tela, 200x100cm
Pintando con hijos y amigos, 2011, óleo sobre tela, 88x120cm
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En el Paraná, 2012, acrílico y óleo sobre tela, 100x120cm
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Cuentos de la selva
Por María Gainza
Selvita tricolor , 2012, óleo sobre tela, 110x100cm
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Florencia Böhtlingk lleva años pintando la selva. Primero como una tierra
asombrosa. Después, poblada de antiguas leyendas. Pero su nueva muestra, elo
Veinte años junto a ellas, despliega en telas rigurosamente
cuentemente llamada
cuadradas una mirada más distante pero igual de alucinada: pinturas en las que
naturaleza revela mandalas, sonidos y una geometría que cobra forma en el verd
como una sombra en la oscuridad.
En 1902, un año antes de morir en las Islas Marquesas de complicaciones
por la sífilis, Paul Gauguin escribió sobre su “atracción por la huida”. Tenía nueve
años, vivía en Orleans y un día decidió fugarse después de haber visto una pintu
de un vagabundo que llevaba un atado sobre su hombro. El pequeño Paul llenó u
pañuelo con arena, lo ató a un palo y se internó en el bosque. “Tengan cuidado c
las imágenes”, dijo Gauguin rematando su historia con una moral que parecía de
doble hoja. Tengan cuidado con el poder romántico que ejercen las imágenes sob
el sentido común, pero también préstenles atención y disfruten de su embrujo.
Las imágenes de Florencia Böhtlingk, como aquella del vagabundo cargando en
su atado y como aquella otra del pequeño Gauguin internándose en el bosque, s
peligrosas en ambos sentidos de la advertencia.
Alexander von Humboldt reinventó América como naturaleza. No la naturaleza accesible y clasificable de Linneo pero una naturaleza dramática, extraordina
un espectáculo capaz de impresionar al entendimiento humano. No es de extraña
que habitualmente los retratos muestren a un Humboldt miniaturizado ya sea fren
a un paisaje deslumbrante o bien frente a su biblioteca de libros sobre botánica.
Durante un tiempo, Florencia Böhtlingk sostuvo con la naturaleza una relac
similar. En sus pinturas pasadas, la selva misionera, su materia principal de estud
aparecía como una tierra asombrosa. Hacia el 2001, las manchas y las pincelada
Turner recreaban Arcadias atravesadas por cascadas de luz y espesos follajes. Apenas
unos años después, esas imágenes fueron dando paso a una selva rousseauniana, un
dibujo basado en la línea y habitado por pequeñas ninfas salidas de antiguas leyendas,
imágenes de inocencia salvaje. En ambos casos, la naturaleza parecía un lugar majestuoso que podía aplastarte con apenas el temblar de sus hojas.
En el último año, algo en esa relación comenzó a cambiar. Y la geometría, no
como dogma, pero sí como posibilidad formal, parece haber tomado la vegetación
por asalto. Ni supremacía ni subordinación: Böhtlingk ahora mira el ideal de la
selva misionera con distancia.
Tras varias temporadas en la selva como dueña de una posada cerca de los
Saltos del Moconá, Böhtlingk regresó a la ciudad cargada de imágenes que con el
tiempo fue depurando a lo esencial. “Cuando llegué a la selva no veía nada, había
demasiado verde”, suele contar. Quizás por eso, al comienzo, sintió la necesidad de
transportar imágenes desde otros lugares, personajes plantados en tierra misionera
como palmeras exiliadas. Pero así como los ojos se acostumbran a ver en la oscuridad, Böhtlingk comenzó a entrever cosas en ese verde. Entonces desaparecieron
las referencias míticas y ganó terreno una mirada ordenadora. Al pintar puso en
ejecución algunas de las cualidades esenciales de la buena escritura. Observó lo que
Blake llamó “los diminutos particulares”. Miró y miró y luego refractó lo visto sobre
la tela. A diferencia de los paisajes italianos de Tivoli y Mont Blanc, gastados por el
lápiz de millones de artistas europeos, la selva misionera le ofreció a Böhtlingk una
superficie fresca para reinventar.
Entonces, por momentos su naturaleza se volvió arrebatada, impulsada por
fuerzas invisibles y desafiantes; por otros, parecía amable, esperando ser poseída.
En realidad, la naturaleza de Böhtlingk se volvió menos naïf: podía ser una cosa u
otra dependiendo de la hora del día y del lugar. A su vez, el hombre dejó de ser un
apacible yogui meditando sobre la hierba y se volvió un trabajador, un colono duro
fusionado con su tierra. El jardín se pobló de monos y yaguaretés; la vegetación se
volvió aún más lujuriosa en sus geometrías: enormes lianas cuelgan de los árboles,
helechos prehistóricos cobran vida, el cielo es luminoso y lucha a fogonazos por
abrirse paso entre la vegetación. Esto no fue pintado en un sótano oscuro.
La selva de Böhtlingk, siempre enérgica, nunca es tan calma como cuando
es violenta. Colores fríos y cálidos en tonos ácidos, alucinógenos, una pincelada
que delinea obsesivamente y que recuerda que los límites no son fronteras sino
lugares donde la pintura, emergiendo de la superficie, cambia de color. Las pinturas
transmiten la temperatura y la humedad de esos paisajes. Mírenlos un rato largo y
sentirán algún insecto subiendo por la pierna.
En “Anécdota del frasco”, uno de los poemas más conocidos de Wallace Stevens, dice: “Coloqué un frasco en Tennessee/ y redondo era, sobre una colina/ hizo
que la desaliñada naturaleza/ rodeara esa colina/ la naturaleza se elevó hacia él/ y se
desparramó a su alrededor, ya no salvaje”. Entre otras cosas, el poema parece s
sar el mundo natural frente al hombre. Uno es vasto y desprolijo. El otro, circular
ordenado. Ambos buscan dominar. Pero la actitud de Stevens es ambigua y cuan
uno parece a punto de imponerse sobre el otro, la línea siguiente descarrila esa
impresión. Gran parte de la fascinación que produce este poema proviene de esa
inestabilidad, la misma que Florencia Böhtlingk confronta en sus pinturas.
Sus telas perfectamente cuadradas dispuestas sobre el monte misionero in
tentan domesticar la indisciplinada naturaleza. Un instante después, han abandonado la lucha. La abstracción mandálicaLa
detarde lleva a la naturaleza a un estadio cósmico cercano en su espiritualidad a las imágenes de Georgia O’Keeffe.
Mangrove, la geometría es psicodélica y se acerca al graffiti callejero y al batik. Pe
nada es programático en Böhtlingk. Y mientras las influencias rebotan unas contr
otras –hay algo del Pattern and Decoration a lo Beatriz Milhazes y de la delicadez
de las estampas de Utagawa Hiroshige–, las telas terminan por dar imágenes don
la naturaleza y la cultura se comen entre sí.
Por momentos sus paisajes son tan misteriosos que disparan la mente haci
extraños lugares. Recuerdan, por ejemplo, que el mayor naturalista moderno de
Norteamérica pudo no haber sido un pintor sino un arquitecto. Frank Lloyd Wrigh
creó, en Fallingwater, una casa donde la geometría funcionaba –como el frasco d
Stevens o los cuadros de Böhtlingk– en medio de la naturaleza. Tensionaba, desafiaba y a la vez se rendía e integraba los elementos en variaciones: la superfici
líquida del agua y la dura del vidrio, la sensación de que el edificio está incrustad
en la roca y los balcones flotan sobre el aire. Todos los opuestos en síntesis poét
La idea de Wright era hacer una casa sobre una cascada que no pudiera ser vist
desde adentro, sólo escuchada. Las pinturas de Böhtlingk también parecen habe
sido hechas para ser escuchadas desde otra habitación. Cada una es un constan
alboroto de monos aulladores, plantas trepadoras y hojas que bisbisean con el ca
Aun sin ser pinturas narrativas, hay una curiosa sincronicidad entre las
imágenes de Böhtlingk y los cuentos de Horacio Quiroga. En ambos existe un
de la selva, Quiequilibrio extraño entre la realidad y la fantasía. En Cuentos
sus
roga despliega una selva dura, desafectada, pero repleta de animalitos delirantes
–loros, monos, tortugas, culebras y coatíes– entrelazados inexorablemente con
la vida del hombre que avanza. Quiroga describía por entonces una Misiones en
proceso de colonización, donde convivían los descendientes de los guaraníes ori
ginarios, los inmigrantes de origen brasileño y paraguayo, los colonos europeos
recién venidos, todos bajo la huella indeleble dejada por los asentamientos jesuít
cos. Entrado el siglo XXI, de esa Misiones selvática y profusa sólo queda un terci
de su superficie original. Hay quienes parecen atraídos por el llamado de la selva
con más fuerza que otros.
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Exótica/ pintura/ paraíso
En medio de tanto arte de revistas extranjeras y anodinas, Böhtlingk salió
a pintar lo que a pocos artistas contemporáneos les hubiera interesado mirar: un
pedazo enmarañado de verdes. Y sin grandes pretensiones, intentó desenredarlo
en sus pinturas, no para poseer la realidad sino para dejarse poseer por ella. Es jusoutsider de desparpajo pero a la vez, seriedad, lo que recuerda
tamente eso, su gesto
que todos los buenos artistas son voces en la selva, solitarios por idiosincrasia rompiendo el silencio con cada pincelada.
Por Cecilia Biagini
Florencia me llama por teléfono y me propone adentrarme en su mundo
pictórico y volverlo escritura.
Florencia me cuenta delgraffiti y de la superposición de capas. Yo veo el
placer de la pintura, la suavidad del aceite y los secretos de la tierra.
Veinte años junto a ellaslleva la energía del biólogo lanzándose al misterio,
a la investigación de toda una vida sumergida en el pliego de una hoja. La luz de
los opuestos, la corriente del agua y sus orillas. También hay geometría, posicion
elecciones de lo que está cerca y lo que está lejos, mucho dibujo.
Miro El colonoy pienso: Flor se entiende con Matisse aunque ella pinte lo de
wallpaper
afuera que es adentro bien adentro en el mundo,
el
del mundo. Porque
los de ella son cuadros dedicados, enramados, extendidos para adentro.
Veo y escucho el movimiento, la imagen y la sensualidad del pincel.
Triángulo y horizonte, cuadro lleno y armonioso, ¿será que estaremos expe
rimentando los elixires de alguna planta magnífica?
Hay también documento de una historia virgen, un viaje de detalles a un
mundo natural, minucioso y asombrosamente pictórico, hay plantas, animales,
hombres en fina proporción a nuestro fabuloso hábitat, tierra, agua, aire y el fueguino resplandor.
¿De dónde vienen los colores tan brillantes? ¿Será que son fórmulas de la
tierra que sólo a nuestra pintora, a modo de brujo, le son develadas para que nos
las entregue a través de su pintura encantada?
Página 12, en ocasión de la muestra
Veinte años junto a ellas
Publicado en el diario
,
galería Dabbah Torrejón,
Buenos Aires,diciembre de 2009.
119
Veinte años junto a ellas, galería
Publicado en el catálogo de la muestra individual
Dabbah Torrejón, Buenos Aires, octubre de 2009.
La luciérnaga diurna
Sola contra el paisaje
Por Renato Rita
Por Fernanda Laguna
El misterioso rumiar que la brisa extiende entre el follaje agreste, acompasando
el sueño atento de pájaros infieles al cautiverio, se detiene activo en el óleo minucioso de Florencia. Alegres misterios del alma raptados del incesante desvelo de la porfiada existencia puestos en el borde de la imagen, evitando concluir el interrogante
insondable que el destino nos propone. La alegría del humor inasible que nos da la
naturaleza, el cuento exultante que nos traen los elementos, el relato laberíntico que
trae el retrato, la fuga melancólica que aprisiona el cuadro; son los envolventes territorios que nos participa la cálida decisión que rige el tono de Florencia Böhtlingk. El brillo de las gotas de agua estalla en más gotitas de color sobre la misma
agua, sobre las rocas y sobre mi cara que atónita mira. Entro en el paisaje como
en los cuentos. Escucho a loros, pájaros. En la calle llueve y aquí adentro el cálido sol aparece entre el follaje. Los cuadros no paran de sudar olor a naturaleza, a
hierbas verdes, a tierra mojada. Nadie está en las pinturas y en la inmensa sala s
me encuentro. ¿Qué misterios más locos? ¿Qué? ¿Qué? El paisaje me envuelve
remolinos de pinceladas que me convierten en todo. Estallo contra las rocas sin
hacerme daño.
La luciérnaga diurna, Museo de
Publicado en el catálogo de la muestra individual
las Mujeres, Córdoba, noviembre de 2011.
Publicado enRamona, en ocasión de la muestra individual en La Casona de los
Olivera, Buenos Aires, septiembre de 2000.
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Naturaleza viva
Florencia Böhtlingk
Por Laura Cherubini
Por Sofía Pomar
“Para hacer una pradera hacen falta un trébol y una abeja
Un trébol y una abeja,
Y ensueño,
El ensueño solamente alcanza,
Si las abejas son pocas.
”
Emily Dickinson
“Naturaleza viva” podría ser la definición que más se ajusta a la obra de Florencia Böhtlingk. Una naturaleza rica, lujuriante, en continua expansión y proliferación. Colores vivos, brillantes, estridentes. Formas que generan incesantemente
otras formas.
Las pinturas de Florencia Böhtlingk son representaciones de jardines, pequeñas selvas, bosques encantados, habitados por flores y pájaros. Las caracteriza
el tema formal de la trama. La trama es también la base de una de las más fundamentales actividades humanas: la construcción. La cabaña de los orígenes nace del
entramado.
En Palo borracho(2009), los tonos fríos del fondo, azules, celestes, se contraponen a los tonos cálidos de plantas y árboles en una gama que va del rojo al
violeta, quebrados por los fuertes verdes del follaje.
En Mangrove graffiti(2009), ramas, flores y hojas diseñan una estructura orgánica, la textura de la realidad.Restos
En umbanda en la orilla(2010), el espacio del
cuadro se articula con una línea de horizonte que separa el cielo y la tierra mientras
Veinte
que un espacio separado es el de la ofrenda.
Engarzas(2010), el reino del jardín es habitado por aves casi encastradas en una suerte de interior de techos bajos.
Lo que hace tan intensos estos jardines de Florencia Böhtlingk es el hecho
de que ella misma los ha cultivado, que entre la pintora y este intrincado laberinto
vegetal existe un lazo profundo.
A Florencia Böhtlingk le llevó años entender el monte misionero. Esa maraña vegetal le parecía arte abstracto. Al principio sólo veía una pared verde, imposible de penetrar siquiera con la mirada. Presentía un espacio escrupulosamente
ocupado por musgos, helechos, cañas tacuaras, orquídeas como cascadas, palm
ras pindó, guatambú, peteribí, lapachos. Adivinaba la yarará inquietante y el yagu
reté en extinción.
El tiempo le fue dejando acercarse a la humedad de los arroyos y al ruido d
las aves, insectos y monos carayá. Descubrió las formas del guaymbé intrincado
recorrió los laberintos de begonias y conoció la aparente simplicidad de los helechos chachis grandes como árboles.
Modelos vivos, bocetos a lápiz, telas enormes colgadas en la galería de su
casa de madera, así entra la artista en esa inmensidad vegetal concentrada en u
diálogo íntimo con el monte misionero y la tierra colorada. Los paisanos lo hacen
mascando tabaco y a puro machete afilado.
Tropicalia, galería Francesco
Publicado en el catálogo de la muestra individual
Zanuso, Milán, octubre de 2010. Versión original en italiano.
Publicado enActitud Argentina, Editorial Natasha Elliot & Sofia Pomar, Buenos
Aires, 2008.
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Pinturas de Florencia Böhtlingk
Reseña
Las vocaciones irrumpen abruptamente en las vidas de las personas o se
cuelan discretamente sin que el sujeto receptor tome conciencia de lo que le está
pasando. Florencia Böhtlingk descubrió su interés por la pintura a los trece años
en el Museo de Arte de San Pablo delante de los Monet, Van Gogh, Modigliani y
otros, sin imaginarse entonces que esta disciplina que le había resultado tan atractiva como espectadora se iba a convertir en su propio camino. Más tarde descubrió
a Friedrich, a Constable y a Delacroix.
Desde sus comienzos en la Escuela de Bellas Artes, en la que se anotó a los
dieciocho años “sin haberlo meditado mucho”, trabajó la pintura atraída por el color. Al paisaje llegó sin haberlo buscado, dado que siempre fue parte integral de su
vida. Sobre la tela elabora sus impresiones y fantasías del cielo y del agua, la gama
y tonalidades del paisaje rural y la influencia que tienen los cambios atmosféricos
sobre estos elementos.
El conocimiento íntimo de la naturaleza prolífica e intensa de Misiones la ha
enriquecido. La pintura sensual de Böhtlingk describe, se altera, crece, evoluciona,
irrumpe explosiva llamando nuestra atención, distraída la mayor parte del tiempo
por imágenes conceptuales o minimalistas, y la seduce, recordándonos que el hombre no vive solamente de ideas y que la naturaleza vegetal y atmosférica es parte de
la trama visual y poética de nuestro universo estético.
Seguir el proceso creativo de nuestra artista nos demuestra que ha absorbido
y elaborado la articulación sensible de una técnica tradicional sobre temas ancestrales para devolvernos imágenes contemporáneas.
Florencia Böhtlingk construye vegetaciones y paisajes abstractos de una
enorme tensión. Los polos de esta tensa convivencia plástica son la terminación
pulida (distante, que vuelve fríos los colores más cálidos), la tersura y la armonía
de formas estáticas y perversas que se mezclan con un caos explosivo de formas
texturas, empastes y relieves. Pareciera que coloca en términos pictóricos la esq
zofrenia química de Jeckyll y Hyde.
Publicado en el catálogo de la muestra individual en la galería Belleza y Felicidad,
Buenos Aires, abril de 2004.
Página 12, en ocasión de la muestra individual en el Centro
Publicado en el diario
Cultural Recoleta, agosto de 1995.
Por Alina Tortosa
Por Fabián Lebenglick
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Furiosa intimidad
aparece la mente a planificar. Es el deseo de pintar.
O cuando pinto una selva y en
un hueco aparece un mono, o un tucán entre las hojas.
Conversación con Sofía Böhtlingk
Sofía: Otra sospecha es que vas de la abstracción a la figuración, casi haciéndono
dudar de lo obsoleta de esta categoría. La abstracción tiene esa capacidad de lle
a lugares de las emociones y sensaciones donde quizás el lenguaje no llega. Me
ta pensar que tus figuraciones logran eso que logra la abstracción...
Florencia: ¡Es la esencia misma de la pintura!
Una recta, una mancha, una textura,
llevan la mente hacia sus zonas inexploradas.
Sofía: Sí, la pintura sabe más de uno que uno de ella.
Florencia: Si encontrás el punto justo, el paisaje se vuelve invisible, una abstracción. Hay que trabajar los tonos, los fríos del fondo fundirlos con las figuras del
primer plano, crear grises que resulten de la síntesis de los colores de la paleta. A
el ojo sólo ve la totalidad y no las partes, es el momento en que sabés que el cua
está listo.
Sofía Böhtlingk : Me acuerdo del taller de Uriburu, años 90, cuando era tu asistente...
petit
Florencia Böhtlingk: ¡Qué buen taller! Uriburu y Santa Fe, último piso de
un
hotel en ruinas, arriba de un comité radical; Fracchia, Erlich, Clusellas, cada uno
con su taller, su mundo, sus aspiraciones. Las obras eran sistemáticamente analizadas por los demás. Arroz integral y lentejas comunitarias al mediodía. Mate, mucho mate. Calamaro, Leonard Cohen, Babasónicos, y Enrique Symms encerrado en
la buhardilla, escribiendo, casi invisible. Sofía: Hay algo de un hedonismo que no fue dado, que se ganó, como una forma
secreta de entender el mundo...
Florencia: Para mí, la única forma de entender el mundo fue siempre a través de
miles y miles de bocetos.
Sofía: Igualmente, cuando hacías abstracciones te salían como hoy los tucanes y
los monos.
Sofía: En Uriburu entendí que lo más importante era estar trabajando, algo de la
voluntad, y después me dijiste que lo que más tenía que cuidar era mi relación con
la pintura, que fuera lo más íntima posible.
Florencia: Sí, es verdad, pero los animalitos aparecen y te hacen compañía, te ha
cen reír, medio a lo Frida que se rodeaba de ellos.
Florencia: Sí, ¡furiosamente íntima!
Y, al mismo tiempo,trabajar y trabajar. Por
suerte viene de las ganas, de algo compulsivo, medio diabólico.
Sofía: Me acuerdo de vos diciendo: “Me gustan los cuadros que te llevan a algún
lado...” Eso siempre te acompañó. De hecho, creo que esa propiedad de transpo
se fue ajustando cada vez más. En la época de la beca Kuitca, hacías esas pintu
expansivas, pinturas que querían ser interpeladas y cuestionadas, que asumían l
existencia de un espectador.
Sofía: Siempre sospeché algomedium
de
tuyo con la pintura, como que la data te
llega de algún lugar.
Florencia: Quizás lo demedium lo tenemos todos los pintores, es eso de llegar a
un lugar y describirlo, un lugar de la mente. Como decía García Sáenz: “Siempre
pintamos el mismo cuadro”.
Supongo que ante la tela en blanco, hay un momento
en que lo demedium es el impulso, el primer trazo, la primera mancha, después
127
Florencia: Hay quien dice que siempre pintamos para dos o tres personas en la
mente. Creo que es verdad y, en el caso de esas pinturas rosas, verdaderamente
así. El hecho de saber que la obra va a ser vista e interpelada con dureza te fuer
Florencia: Yo siento todo lo contrario, que vivo intentando ordenar el caos.
límites, te hace ir más allá, atreverte a más, romper la imagen, violentarla, porque
esaterra incognitade la exploración, del caminar a ciegas, vale oro. Supongo que la
necesidad del espectador entra aquí como un testigo de estas aventuras pictóricas,
el espectador les da un anclaje en el “mundo real” y por supuesto las legitimiza.
Sofía: Creo que nos lo mostrás como es, como algo natural, pornográfico, como
dijo Renato Rita una vez. Lo raro de como entra la geometría en tu pintura es que
no es nada mental, nada gestual, sino casi de autómata, sin intención. No vino a
ordenar sino a generar más espacios. ¿Cómo apareció la geometría?
Sofía: Cuando decidiste alejarte de la ciudad y sumergirte en esa pampa que era
Carlos Keen, volviste a hacer paisajes... y más tarde a cargarlos de ficción... Cuando la conocí a Diana Aisenberg, me preguntó por vos y le dije que te habías ido a
vivir lejos y le conté de tus pinturas y me dijo: “Ah… está pintando para ella”. En
algún momento dijiste que fue un retroceso la vuelta a Carlos Keen, ¿un retroceso
necesario?
Florencia: Tuvo que ver mucho con las nervaduras de las hojas, que insólitamente
se repiten en las alas de las mariposas, de las aves, la forma en que se genera e
crecimiento, lo centrífugo de la estrella en las begonias. Y con la síntesis... ¡Ahor
vivo un romance apasionado con la geometría! Al tener su propio método, me pe
mite no pensar mientras pinto, simplemente me entrego a ella, resuelvo cada cos
de acuerdo al triángulo, la recta, el círculo, sin recurrir a la emoción. A la vez, los
espacios que van surgiendo son tan mentales... Florencia: Fue sin duda un retroceso, como un oscurantismo medieval, salir de
esa búsqueda abstracta, de esas eclosiones pictóricas, que representan el futuro y
la pintura libre de prejuicios, de ese hábitat porteño rodeada de artistas de vanguardia, talentosísimos, inspiradores, geniales –Ale Seeber, Fer Laguna, Biagini– y
sumergirme en un galpón húmedo a rendirle tributo a los eucaliptus de mi infanper se no
cia. Una capitulación al hecho de descubrir que el análisis del lenguaje
me interesa, que quiero narrar y narrar. Me fui de la ciudad por el miedo a que mi
rock and
mundo cambie, a la abstracción, las nuevas tendencias, la música,
el roll,
¡todo era posible! También para que ese vacío de contenido humano que es el paisaje, me dejara hacer foco en lo que yo quería. No puedo sacarme una fijación con
las formas, lo informal me angustia.
Sofía: En la época de los dibujos de la guerrera, te hiciste amiga, dejaste de mirar
el caos humano y te sumergiste en el caos de la naturaleza, la exhuberancia... Al
medio panteista, medio cósmico…
Florencia: Era el momento de la exploración de lo desconocido, de los extremos d
la mente. El surrealismo es el paisaje del inconsciente, los recuerdos de la infanc
perdidos en la inmensidad como relojes viejos… A esos desiertos que se funden
con el cielo en Dalí yo los relacionaba con el horizonte pampeano que era entonc
mi objeto del deseo. En 1993 comencé a viajar al monte misionero, era para mí u
jeroglífico, todo lo que había soñado mi imaginación pero real, rugiente, imposible
de comprender, mucho menos de pintar. Quedé pegada a ese paisaje mucho tiem
po. Los cuadros de la serie del romanticismo tienen una desesperación pictórica.
Si pienso en la evolución de mi pintura, desde el egocentrismo del pintor, la veo
paralela a la evolución del mundo.
Sofía: Quizás estabas buscando la forma más directa y fluida en que podías relacionarte con la pintura y, por ende, con todo…
Florencia: Ir a vivir a la naturaleza era mi forma de cargar de sentido mítico a la
pintura, no me entusiasmaba pintar paraArtforum
la
. “Por qué no considerar el
paisajismo como una rama de la filosofía natural de la que los cuadros no son sino
experimentos”. Esta frase de Constable la escribí en la pared y era mi credo.
Sofía: Eso último es increíble, lo más hermoso que escuché sobre la pintura. Nece
sito que te explayes...
Sofia: Me acuerdo de tus pinturas surrealistas, yo las amé como amamos esas pinturas supercatárticas en otros, pero que a ellos no les salen gratis.
Florencia: No, gratis nunca. La catarsis viene de la desesperación y trabajar con la
catarsis es buscar ese punto, alimentarlo.
Sofía: Por otro lado, me gusta que tu obra no trata de ordenar el caos.
129
Florencia: Al Big Bang que fue mi encuentro con la pintura, siguieron siglos de
manotazos de ahogado en la materia, aparecen las primeras formas vegetales m
rudimentarias, los cielos se ordenandegradés
en
muy cepillados y la tierra en pantanos de aceite de lino. Mutó en algo más del fuego con las catarsis, los terremotos de las últimas pinturas surrealistas, las rosas más carnales. A esos terremoto
siguieron las montañas y selvas del romanticismo. Con un lenguaje tan similar al
de la pintura: sus salpicaduras, sus tiempos de secado, su disolverse lo sólido en
Pachamama
líquido, tan atado a las leyes físicas, tan esclavos de lo corpóreo. Ahí reculé y volví
al orden más “prestado” de Constable, Friedrich. Me sentía más segura viendo los
movimientos geológicos desde ese lugar, con su soledad y su escición entre el sujeto
y el mundo. Vi ese momento de la creación de las montañas y los bosques desde
una terracita (quizás el balcón de la cabaña de Misiones, proyectado sobre la selva
como un ala).
En medio de tanta cosa vegetal apareció lo animal y las especies.
Una mañana bajaron al salto seis monos y los agarré justo, más tarde una mantis a la hora de la siesta,
aseándose horas a mi lado, gigante. El helecho luego de cinco años de mirarlo, la tacuara todavía no puedo y el guaimbé que se entrega cuando quiere, el desgraciado.
Irrumpe lo humano de repente con sus ritos, ceremonias, el infaltable fuego para
cocinar. Pinto las tareas, la búsqueda de alimento, lavar la ropa, hacer casas, sembrar maíz, tener una vaca y un gallo. Me gusta que dentro del ecosistema del cuadro
haya alimentos, vida vegetal, vida animal, algún niño. Casi como en una novela,
habría que procurar la supervivencia de sus personajes, siempre con algún paisaje
de fondo, rumiando sobre ellos.
Ahora estoy en un momento interesante: los caminos, la sociedad, los trajes.
Observar lo humano me lleva a observarme y me pinto pintando, y después, ¡nunca me hubiera imaginado!, pintar a mis hijos pintando, a mis hermanas con sus
hijos, en fin, la vida misma. Ahora son las cosas humanas las que me catapultan a
la dimensión de “lo vivo”, así como antes era “lo otro vegetal”.
Por Tacio Martini
Sofía: ¿Cómo es el tiempo que le dedicás a cada una de las pinturas o a los dibujos?
Parecieran ser hechos en una sesión...
Florencia: Lo primero y fundamental es el boceto, a la acuarela, bien vital y arrancado a la vida en un instante, la geometría como estructura fundacional. Luego
pasa a la tela en carbonilla, sobre ella aplico la primera capa de color al agua, cálido, generalmente, y bien vibrante, la carbonilla se desdibuja un poco con el agua
pero permanece, luego el trabajo laborioso del pincel al óleo, en tonos fríos, grises
cromáticos. Siempre estoy haciendo dos o tres pinturas a la vez, para no caer en
obsesiones. Me gusta mucho la jornada larga, de sumergirme varias horas, y salir
del taller como de un submarino, duchita caliente para remover el óleo de todo el
cuerpo y preparar una buena comida para serenarme.
131
Florencia Böhtlingk nace el 17 de marzo de 1966 en Buenos Aires, Argentina. Primera hija de un matrimonio joven y entusiasta, que la cría con sanos valor
y cariño en cantidad, no tardan en llegar varios hermanos. Esto le concede una
niñez llena de emociones y alegría, que se lleva a cabo entre la provincia de Bue
Aires y el campo santafecino, contribuyendo a definir su pintura estridente y su
temprano amor por la naturaleza.
Los estudios de Florencia empiezan a forjarse en el respetable colegio Michael Ham, que atraviesa de forma avasallante con notas de diez y una conducta
impecable. También comienza a fascinarse con algunos próceres mayores como
Monet y Matisse, que marcan su mente y su alma con intensidad indeleble. Concluido el ciclo escolar con una fiesta de egresados en el local nocturno Zombie (q
para alegría de futuras generaciones, hoy permanece cerrado al público), Florenc
emprende el estudio de Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina. A
pesar del formidable desempeño, abandona la severa institución al darse cuenta
que nunca lograría saciar su alma atiborrada de ideas y creatividad por medio de
una carrera de tal índole. Así, decide volcar toda su energía a su verdadera pasió
el arte, cambiando los apuntes de filosofía antigua que ocupan la totalidad de su
escritorio por los óleos que guarda con cuidado bajo su cama. De esta forma cier
mente espontánea comienza una relación amor-odio vitalicia con la pintura.
Florencia ingresa a la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárco
y descubre en sus frondosos parques e inmensos salones lo que había buscado
to. En el seno mismo de la pintura contemporánea argentina, su efusiva inspiraci
comienza a plasmarse en exposiciones grupales, en galerías aquí y allá. Los año
dejan pasar en una vida llena de nuevas experiencias (ya que para un artista no
nada más sagrado que la contemplación de la realidad y el posterior plasmado al
zo) y la pintura se va transformando como la energía misma, encontrando nuevas
paletas, nuevas gamas e influencias. Surrealismo, impresionismo y romanticismo
funden en un géiser creativo que estalla sobre las telas vírgenes.
La obra actual de la artista refleja claramente una experiencia de vida. El
amor por la naturaleza, que de chica adjuntó a su persona en las llanuras eternas
la gran pampa argentina, culmina en las largas estadías en la selva misionera. D
esta forma, Florencia Böhtlingk nos muestra los colores mismos de la Pachamam
adquiridos en carne propia a través de años de simbiosis con la pintura y la paz.
Cuadernos
Surrealista, 1993, tinta sobre papel, 20x25cm
133
Suculenta, 1992, pastel sobre papel, 15x21cm
Agave, 1992, acuarela sobre papel, 16x16cm
135
Camino, 1998, pastel sobre papel, 16x21cm
Camino a Moconá, 1999, acuarela sobre papel, 22x28cm
137
Estudio de selva , 1999, lápiz sobre papel, 21x29cm
Estudio cascada , 2000, marcador sobre papel, 21x30cm
139
Estudio de árbol , 2001, lápiz sobre papel, 33x24cm
Selva, 2000, tinta sobre cartón, 22x28cm
141
Roca, 2002, marcador sobre papel, 30x22cm
Arroyo La Bonita, 2001, acuarela sobre papel, 22x28cm
143
Camino, 2000, acuarela sobre papel, 14x21cm
Árboles, 2000, lápiz sobre papel, 31x24cm
145
Arroyo, 2003, marcador sobre papel, 14x14cm
Revelación domingo , 2003, marcador sobre papel, 19x29cm
147
Monos, 2002, marcador y lápiz sobre papel, 30x20cm
Catarata, 2002, tinta y lápiz sobre papel, 20x30cm
149
Cabalgata, 2002, lápiz sobre papel, 21x30cm
Río Paraíso, paredones, 2002, acuarela sobre papel, 21x28cm
151
Mediodía en la catarata , 2003, acuarela sobre papel, 30x21cm
Posada La Bonita, 2003, acuarela sobre papel, 21x30 cm
153
Selva cuarta cabaña , 2011, acuarela sobre papel, 24x32cm
Salto Perla, 2011, acuarela sobre papel, 24x32cm
155
Flor del banano , 2007, tinta sobre papel, 21x13cm
Begonias, 2005, tinta y marcador sobre papel, 22x21cm
157
Orquídeas, 2007, tinta sobre papel, 13x21cm
Palmerita, 2007, marcador sobre papel, 29x21cm
159
Jardín calle Chile , 2008, marcador sobre papel, 22x21cm
Enano de jardín, marcador sobre papel, 2008, 28x35cm
161
Pintando con hijos y amigos, 2011, acuarela sobre papel, 24x32cm
Renato, 2011, acuarela sobre papel, 24x32cm
163
Carta robada a Juan L.
Hermano Emilio:
[…]
En cuanto a lo otro, no sé realmente qué decirle. Con usted he conversado
algo al respecto. Recuérdelo. No sé realmente qué decirle. ¿Qué podría decirle?
que he podido hacer hasta ahora está ahí, lejos desde luego de lo que sueño. Su
para lo mío una “poesía” de pura presencia, de resplandor casi, sin “forma”, o con
la muy fluida o aérea de los estados interiores –armonía o visión–, o su correspon
dencia posible.
Creo, además, en la poesía que compromete todo el ser, en la que es un d
absoluto, en la que es “el amor que encuentra su propio ritmo”, y consecuenteme
en la que sigue los pasos de la historia y aun de la circunstancia porque es comb
tión y trascendencia antes de ser, si el poeta se siente impulsado a ello, “servicio
militancia.
Pero creo, sobre todo, en su variedad infinita y en su eterna alada libertad
hasta en las horas en que el poeta, fiel a su sueño o a su necesidad de integrarse
deba “desaparecer en un gran deber consentido y amado”…
Olvidaba decirle que yo la siento como una profunda necesidad, como la
respiración misma, y a la vez inasible y fugitiva a pesar de la entrega más total, d
la humildad más rendida, y de la inocencia más transparente que me es dado ha
en mí. Y que tengo especial fe en la que no está escrita y que será vivida por tod
como algunos ahora se impregnan de la del aire, de los árboles, del agua… […]
Y no terminaría nunca, mi querido Emilio. Sobre poesía generalmente no
hacemos más que divagar o expresar nuestras muy limitadas preferencias cuand
no referimos sólo a la muy mezquina que nos es dado aprehender. “La poesía es
donde está”, decía Güiraldes. Pero hija humilde o angélica, agregamos nosotros,
los cambios de la vida y de las categorías que ellos van estableciendo, aunque ta
bién empinada sobre el vértice de las épocas, pitonisa ardiente.
En la chacra de Misiones con libro de Hiroshige , 2012, acuarela sobre papel, 24x32cm
165
Carta del poeta Juan L. Ortiz, Paraná, Entre Ríos, 26 de abril de 1953. Publicada
Obra Completa, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 2005.
en Juan L. Ortiz,
167
169
Nombre obra, año, técnica, medida
English texts
Testi in italiano
171
Nombre obra, año, técnica, medida
Jungle Stories
By María Gainza
This last year, though, something in her relationship to nature began to shift. And geometry, not as dogma but as formal
possibility, seems to have taken her vegetation by storm. Neither
Florencia Böhtlingk has been painting the jungle for years. First, dominant nor submissive, Böhtlingk now looks at the ideal of the
as an astonishing land, then as one peopled with ancient legends. jungle of Misiones with a certain distance.
But the rigorously square canvases in her most recent show, aptly
After spending several seasons in the jungle as the owner of
Veinte
años
junto
a
ellas
called
[Twenty Years with Them], evidence an inn near Saltos del Moconá, Böhtlingk returned to the city full
a more distant but equally dazzled vision: paintings in which na- of images that, with time, were distilled to the essential. “When I
ture reveals mandalas, sounds and a geometry that, like a shadowfirst got to the jungle, I couldn’t see anything. It was too green,” she
in the dark, takes shape in the color green.
often says. Perhaps that is why, at the beginning, she felt the need
to bring in images from other places, characters transplanted onto
In 1902, one year before dying on the Marquesas Islands from
the lands of Misiones like exiled palm trees. But just as eyes get
complications of syphilis, Paul Gauguin wrote of his attraction toused to seeing in the dark, Böhtlingk began to make things out in
flight. One day when he was nine years old and living in Orleans, the midst of all that green. And so the mythical references disaphe decided to run away after having seen a painting of a vagabondpeared and an ordering vision gained ground. In painting, she put
with a pack on his shoulder. The small Paul filled a handkerchief into practice some of the qualities essential to good writing. She
with sand, tied it to a stick and headed into the forest. “Beware of observed what Blake called “the minute particulars.” She looked
images”, said Gauguin, finishing off his story with what appearedand looked and then refracted what she had seen on the canvas.
to be a double-edged moral. Beware of the romantic power imagesUnlike the Italian landscapes of Tivoli and Mont Blanc, worn by
exert on common sense, but also pay them mind and enjoy their the pencils of millions of European artists, the jungle of Misiones
spell. Like the image of the vagabond carrying his pack and the one
offered Böhtlingk a fresh surface to reinvent.
of the small Gauguin delving into the forest, Florencia Böhtlingk’s
And at times nature became unbridled, driven by invisible
images are dangerous in both senses.
and challenging forces. At times, it seemed pleasant, waiting to be
Alexander von Humboldt reinvented America as nature. Notpossessed. In fact, the nature in Böhtlingk’s work had become less
the accessible and classifiable nature of Linneo, but a dramatic and
naive: it could be one thing or something else depending on the
exceptional nature, a spectacle capable of overwhelming human hour of day or the place. And man ceased to be a peaceful yogi
understanding. It is not surprising that most of the portraits of meditating on the grass; he had become a worker, a rough settler
Humboldt show a tiny figure before a dazzling landscape or his now part of his land. The garden was now crowded with monkeys
library on botany.
and jaguars, and the vegetation even more lush in its geometries.
For a time, Florencia Böhtlingk had a similar relationship toGreat vines hang from trees, prehistoric ferns come to life, the sky
nature. In her earlier paintings, the jungle of Misiones province—is luminous and struggles to light its way through the vegetation.
her main object of study—was a land of astonishment. In around None of this was painted in a dark basement.
2001, the Turner-like blotches and brushstrokes recreated Arcadias Always energetic, Böhtlingk’s jungle is never as calm as when
with cascading light and dense foliage. Just a few years later, theseit is violent. Cold and warm colors in hallucinogenic acid tones,
images made way for a Rousseaunian jungle, a line-based draw- a brushstroke that never forgets, as it obsessively delineates, that
ing inhabited by nymphs from ancient legends, images of salvage edges are not borders but places where the painting, emerging
innocence. In both cases, nature was a majestic place that could from the surface, changes color. The paintings convey the heat and
squash you at the tremble of a leaf.
humidity of these landscapes. If you look at them long enough you
will feel a bug crawling up your leg.
Nombre obra, año, técnica, medida
173
In “Anecdote of the Jar,” one of Wallace Stevens’s most famous
nonetheless, full of mad species of small animals—parrots, monpoems, he says: “I placed a jar in Tennessee, /And round it was, keys, turtles, snakes and raccoons—implacably bound to the life
upon a hill./ It made the slovenly wilderness/ Surround that hill./ of man as he advances. Quiroga described a Misiones in the proThe wilderness rose up to it,/ And sprawled around, no longer cess of colonization, where the descendents of the original Guaraní
wild.” Among other things, the poem seems to weigh the natural inhabitants lived alongside Brazilian and Paraguayan immigrants
world against man. One is vast and messy. The other circular and and recent European settlers under the indelible mark left by the
orderly. Both seek domination. But Stevens’s attitude is ambiguous
Jesuit settlements. In the 21st century, only one third of the origiand, when one of the two seems about to prevail over the other, the
nal surface area of that jungle-covered and lush Misiones remains.
next line turns things around. This poem is so fascinating largely Some seem to be more drawn by the call of the jungle than others.
because of that instability, which is just what Florencia Böhtlingk
In the midst of so many dull foreign art magazines, Böhtlingk
tackles in her paintings.
set out to paint what few contemporary artists would have bothThe perfectly square canvases she places on the wilderness ofered to look at: a tangle of greens. And without great pretentions,
Misiones attempt to tame unruly nature only to, an instant later, she attempted to untangle it with her paintings, not for the sake
give up the fight. The mandalic abstractionLa
of tarde [Afternoon] of seizing reality but to be seized by it. And it is exactly that—the
takes nature to a cosmic state whose spirituality is akin to Georgiadaring yet solemn gesture of the outsider—that reminds us that all
O’Keeffe’s images. The psychedelic geometry ofMangrove is like good artists are voices in the jungle, solitary by nature, breaking
street graffiti or batik. But nothing in Böhtlingk’s work is schematthe silence with each stroke of the brush.
ic. And while the influences bounce off of one another—there is
something of Pattern and Decoration à la Beatriz Milhazes and the
Published in Página 12 newspaper on the occasion of the exhibidelicacy of Utagawa Hiroshige’s prints—the canvases end up yieldtion Veinte años junto a ellas , Dabbah Torrejón Gallery,Buenos
ing images where nature and culture consume each other.
Aires, December 2009.
At times, Böhtlingk’s landscapes are so mysterious that they
lead the mind to strange places. Remember that the greatest mod---------------------------------------------------------------Exotica/ Painting / Paradise
ern North American naturalist may well not have been a painter but
an architect. In Fallingwater, Frank Lloyd Wright created a houseBy Cecilia Biagini
where—like Stevens’s jar or Böhtlingk’s paintings— geometry operates in the midst of nature. It strains, defies and, at the same time,
Florencia calls me on the phone and asks me to delve into her
pictorial world and render it writing.
gives way to and forms part of the elements and their variations: the
liquid surface of the water and the hard surface of the glass, the sense Florencia tells me about the graffiti and the layering. I see the
pleasure of painting, the softness of oil and the secrets of the earth.
that the building is embedded in the rock and its balconies floating
in the air. All the opposites in poetic synthesis. Wright’s idea was to Veinte años junto a ellas [Twenty Years with Them] bears
the energy of the biologist throwing himself into mystery, a lifebuild a house on a waterfall that could not be seen, only heard, from
its interior. Böhtlingk’s paintings also seem to have been made totime’s research deep in the folds of a leaf. The light of opposites, the
water’s current and its shores. There is also geometry, positions,
be heard from another room. Each one is a ceaseless commotion of
choice of what is near and what is far, and a lot of drawing.
howling monkeys, vines and leaves that murmur in the heat.
I look atEl colono [The Settler] and I think: Flor and Matisse
Though Böhtlingk’s paintings are not narrative, there is a cuunderstand each other though she paints the outside that is inside,
rious symmetry between her images and Horacio Quiroga’s stories.
deep inside, the world, the world’s wallpaper. Because her paintIn both there is a strange balance between reality and fantasy. In his
Jungle Stories, Quiroga shows us a harsh, indifferent jungle that is,ings are dedicated, branched out, stretched inside.
I see and I hear the movement, the image and the sensuality --------------------------------------------------------------Alone Against Landscape
of the brush.
Triangle and horizon, full and harmonious painting. Are By Fernanda Laguna
these the elixirs of some glorious plant?
There is also documentation of a virgin story, a detailed jourThe sparkle of the drops of water burst in other, smaller drops
ney to a natural, minute and astonishingly pictorial world; there of color on the same water, on rocks and on my face which, astonare plants, animals, men who perfectly fit into our fabulous habi- ished, looks on. I go into the landscape as if into stories. I listen to
tat, earth, water, air and the shine of fire. Where do such bright parrots, birds. It is raining in the street and here inside the warm
colors come from? Might they be the earth’s formulas that are only
sun appears amidst the foliage. The pictures keep giving off the
revealed to our painter, like a clairvoyant, so that she can give them
smell of nature, of green herbes, of damp soil. There´s nobody in
over to us in her bewitched painting?
the paintings and I am alone in the vast hall. What crazy mysteries?
what? The landscape wraps me in whirlpools of brushstrokes that
Veinte
años
junto
a
elPublished in the catalogue to the exhibition
turn me into everything. I burst against the rocks without hurting
las, Dabbah Torrejón Gallery, Buenos Aires, October 2009.
myself.
--------------------------------------------------------------The Diurnal Firefly
By Renato Rita
Published in Ramona on the occasion of the exhibition at La Casona de los Olivera, Buenos Aires, September 2000
--------------------------------------------------------------The mysterious rumination, that the breeze casts amidst theNatura Viva
wild foliage, keeps pace with the attentive dream of birds unfaith-By Laura Cherubini
ful to captivity. It is frozen yet active in Florencia´s precise oil
painting. Joyful mysteries of the soul, abducted from the restless“To make a praire it takes a clover, and a bee
One clover, and a bee,
ness of persistent existence, placed at the image´s edge, avoiding
And revery alone will do.
the conclusion of the deep interrogation that destiny gets before
If bees are few.”
us. The joy that nature´s ungraspable humour gives us, the elated
story brought by the elements, the labyrintic narration brought by
Emily Dickinson
the portrait, the melancholic fugue that imprisions the picture, are
the wrapping territories that make us a part of the warm convic“Natura viva” could be the most suitable definition for Flortion of tone that rules Florencia Böhtlingk´s work.
encia Böhtlingk´s work. A rich, luxuriant nature, in continued expansion and proliferation. Lively, bright, sharp colors. Shapes that
La luciérnaga diurna , generate incessantly other shapes.
Published in the catalogue to the exhibition
Museo de las Mujeres, Córdoba, November 2011.
Florencia Böhtlingk´s paintings are representations of gardens, small jungles and forests populated by flowers and birds.
They are characterized by a formal theme, that of weaving. Weaving is also at the base of one of the most fundamental human activities: that of construction. The original hut is born from weaving.
In Palo Borracho , 2009, the background´s cool tones, blue
and turquoise, are contrasted with the warm tone of plants and
Nombre obra, año, técnica, medida
175
trees in a spectrum that goes from red to purple, broken by the ---------------------------------------------------------------Florencia Böhtlingk’s Paintings
strong greens of foliage.
Mangrove
Graffiti
In
, 2009, branches, flowers and leaves drawBy Alina Tortosa
Restos umbanda en
an organic structure, the texture of reality. In
la orilla [Umbanda Remains on the Shore], 2010, the picture´s
A vocation can abruptly hit a life or sneak its way in disspace is marked by a horizon´s line that separates sky and land, creetly, without the subject in question even realizing what is hapwhile a further separated space is that of the offering. In Veinte pening. Florencia Böhtlingk discovered her interest in painting at
garzas [Twenty Herons], 2010, the garden´s kingdom is populatedthe Museu de Arte in San Pablo when, at the age of thirteen, she
by birds that are almost stuck into this low ceiling sort of interior.found herself before Monets, Van Goghs, Modiglianis and others.
What makes Florencia Bohtlingk´s gardens so intense is the She did not imagine, though, that this discipline whose fruits she
fact that she cultivated them, that between the painter and this in-so enjoyed as a viewer would become her own. She later discovered
tricate vegetal labyrinth exists a deep bond.
Friedrich, Constable and Delacroix.
From early on at the School of Fine Arts in which she enrolled
Published in the catalogue to the exhibitionTropicalia , Francesco at eighteen “without having given it much thought,” she found her
Zanuso Gallery,Milano,October 2010. Translated from Italian. painting drawn to color. Her encounter with the landscape theme
was similarly unintentional, since it had always been an integral
--------------------------------------------------------------part of her life. On the canvas she developed her impressions of
Florencia Böhtlingk
and fantasies about the sky and the water, the different shades and
By Sofía Pomar
tones of the rural landscape, and the influence that atmospheric
changes exercise on those elements.
To Florencia Böhtlingk it tooked years to understand MisioHer intimate knowledge of the lush and intense nature of
nes Jungle. It seemed to her that the vegetable tangle was abstractthe province of Misiones has been enriching. Böhtlingk’s sensual
art. She initially saw an impossible-to-penetrate, not even with painting describes, changes, grows, evolves, erupts explosively,
her eyes, green wall. She sensed a space scrupulously occupied by calling our attention, usually distracted by conceptual or minimalmoss, ferns, tacuara canes, orchids like waterfalls, pindó pines, ist images. It seduces her, reminding us that man cannot live on
guatambú, peteribí, and lapacho trees. She guessed the disturbing ideas alone and that vegetable and atmospheric nature is part of
yarará snake, and the endangeredyaguareté yaguar.
the visual and poetic fabric of our aesthetic universe.
Time let her approach the stream´s humidity and the noise of Böhtlingk’s creative process shows us that she has absorbed
birds, insects andcarayá monkeys. She discovered theguaimbé´s and furthered the ties between traditional technique and age-old
intricate shapes, she walked thebegonia´s labyrinth and met the themes to yield contemporary images.
apparent simplicity ofchachis ferns, big as trees.
Life models, sketches, immense canvas hanging in her
Published in the catalogue to the exhibition at Belleza y Felicidad
woodhouse´s veranda, in such a way the artist gets into that veg- Gallery, Buenos Aires, April, 2004.
monte and
etable vastness, in an intimate dialogue with Misiones´
its red soil. The country-men do it chewing tobacco and with a
sharp machete sword´s blow.
Published inActitud Argentina by Natasha Elliot & Sofia Pomar, Buenos Aires, 2008.
------------------------------------------------------------Review
By Fabián Lebenglick
Sofía: I’ve always sensed that in your painting you act like a kind of
medium, as if something came to you from elsewhere.
Florencia: All painters are mediums in a way: we get somewhere, a
Florencia Böhtlingk builds vegetations and abstract land- mental place, and describe it. As García Sáenz says, “We are always
scapes of enormous tension. The polished termination (distant, painting the same painting.”
At a certain moment
standingbefore the
that turns the warmest colours into cold ones), the smoothness blank canvas, the medium-thing is like the impulse, the first brushand harmony of static and perverse forms, that mix with an ex- stroke, the first blotch. The mind comes along later to make plans.
empastesand reliefs, are the poles The medium-thing is the desire to paint. Or when I paint a jungle
plosive chaos of forms, textures,
of this tense cohabitation. It looks as if she puts in pictorial termsand a monkey or a toucan appears in a hollow amidst the leaves.
Jeckyll and Hyde’s chemical schizophrenia.
Sofía: Something else I sense is that you go back and forth from
Página
12
Published in
newspaper on the occasion of the exhibi- abstraction to figuration, almost making us doubt whether those
tion at Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, August 1995.
categories are in fact so obsolete. Abstraction has the ability to get
to places of emotion and sensation that language might not be ca--------------------------------------------------------------pable of reaching. I like thinking that your figurative work is caConversation with Sofía Böhtlingk
pable of everything that abstraction is capable of...
Sofía Böhtlingk: I remember your studio on Uriburu Street, whenFlorencia: That is the very essence of painting!A straight line, a
I was your assistant back in the 90s. Let’s start there...
blotch, a texture… They all take the mind to unexplored regions.
Florencia Böhtlingk: What a great studio! Uriburu and Santa Fe, Sofía: That’s right. Painting knows more about us than we know
petit hotel, above one of the offices of the about it.
the top floor of a rundown
Radical Party. Fracchia, Erlich, Clusellas, each one with his own
studio, world, aspirations. Each and every work was systematicallyFlorencia: If you find the right spot, the landscape becomes invisanalyzed by the others. Brown rice and lentils for lunch.Mate, a ible, an abstraction. It is a question of working the tones, of blendlot of mate. Calamaro, Leonard Cohen, Babasónicos, and Enrique ing the cold colors in the background with the figures in the foreSymms, almost invisible, locked up in the attic. ground, of making grays that come from combining the colors on
the palette. When the eye sees only the whole and not the parts,
Sofía: On Uriburu Street, I learned that what mattered most was you know that the painting is ready.
to be working, and something connected with determination.
Sofía: There is some sort of hedonism that was gained, not innate,
Later you told me that the thing I had to cherish and protect
most was my relationship to painting, and keeping it as intimate like a secret way of understanding the world...
as possible.
Florencia: The only way I have ever been able to understand the
Florencia: Yes, furiously intimate. But never stop working. Luck- world is through thousands and thousands of sketches.
ily, that comes from enthusiasm, from something compulsive and
Sofía: Still, when you were doing abstract works they came out like
sort of diabolic.
the toucans and monkeys do in your work today.
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177
Florencia: Yes, that’s true. But when the little animals appear, they
music, rock and roll, everything was possible! I also left so that the
keep you company and make you laugh à la Frida, who surrounded
landscape—that barrenness of human content—would let me foherself with them.
cus on what I wanted. My fixation on forms persists; formlessness
distresses me.
Sofía: I remember your saying, “I like paintings that take you
somewhere...” That idea has always been with you. In fact, I thinkSofía: Maybe you were looking for the most direct and fluid way to
the idea of being taken away has gotten more and more ingrainedrelate to painting and, therefore, to everything…
in your work. At the time of the Beca Kuitca, you were making
Florencia: Going to live in nature was my way of steeping painting
those expansive paintings, paintings that wanted to be questioned,
that assumed the existence of a viewer.
in mythical meaning. I was not really interested in paintingArtfor
forum . “Why, then, may not a landscape be considered as a branch
Florencia: Some say that we always paint with two or three peopleof natural philosophy, of which pictures are but experiments?” I
in mind. I agree, and in the case of those pink paintings, it was lit-wrote that quote from John Constable on my wall. It was my credo.
erally true. Knowing that the work is going to be seen and harshly
questioned pushes the limits. It makes you take things further, beSofia: I remember your surrealist paintings. I loved them the way
terra we love others’ deeply cathartic paintings though they may take
a bit more daring, rupture and violate the image because that
incognita of exploration, that walking blind, is worth gold. I guessquite a toll on those who make them.
the need for the viewer comes into play here as a witness to these
pictorial adventures; the viewer anchors them in the “real world” Florencia: Everything takes a toll. Catharsis comes from desperaand, of course, legitimizes them.
tion and working with catharsis means pursuing and nourishing
that very spot.
Sofía: When you decided to leave the city and delve into the plains
of Carlos Keen, you started painting landscapes again, landscapesSofía: At the same time, I like the fact that your work does not try
that you later steeped in fiction. When I met Diana Aisenberg sheto order chaos.
asked after you and I told her that you had moved far away. I told
her about your paintings and she said, “I see… she is painting forFlorencia: I have just the opposite feeling, like I am always trying
herself.” At a certain point, you described the return to Carlos Keen
to order chaos.
as a withdrawal. Was it a necessary withdrawal?
Sofía: I think you show chaos like it is, as something natural or
Florencia: It was indisputably a withdrawal, a sort of Medieval ob-pornographic, as Renato Rita once said. The strange thing is that
scurantism, when I left behind that pursuit of abstraction and thegeometry came into your work in an almost automatic, unintenpictorial emergence that represents the future and painting free tional way that was not at all mental or gestural. It did not come
of prejudices. I withdrew from a Buenos Aires full of extremely along as a way to impose order but to generate more spaces. When
talented and inspiring avant-garde artists—Ale Seeber, Fer La- did geometry begin to appear in your work?
guna, Biagini—to delve into a damp shed and pay tribute to the
eucalyptus of my childhood. A recognition of the discovery that Florencia: It had a lot to do with the veins that surprisingly repeat
the analysis of language per se does not interest me, that I want on the wings of butterflies and birds, the way that growth takes
to tell and tell and tell some more. I left the city out of a fear that place, the centrifuge of the star in begonias. And with synthesis as
my world would change, a fear of abstraction, the new tendencies,well... I am now embroiled in a passionate romance with geometry!
Since geometry has its own method, I don’t have to think while I with its loneliness and division between the subject and the world.
paint. I just give myself over to it. I can work everything out on the
I witnessed that moment of the creation of the mountains and the
basis of the triangle, the straight line, the circle, with no need to turn
forests from a small deck, perhaps the balcony of the cabin in Misto emotion. At the same time, the spaces that appear are so mental... iones projected onto the jungle like a wing.
In the midst of so much vegetable life, the animal and the species
Sofía: When you were making the drawings of the woman warrior,appeared.One morningsix monkeys jumped down and I got them
you befriended and ceased to look at human chaos to delve insteadjust in time. Later, at siesta time, a giant praying mantis at my side
the
into the chaos of nature, exuberance... It was sort of pantheistic cleaning itself. The fern after looking at it for five years;tacuara
guaimbé
is still too much for me and the cursed
that gives itself up
and cosmic…
whenever it pleases.
Florencia: I was exploring the unknown at that time, the extremesThe human erupts with its rituals, ceremonies and inevitable cookof the mind. Surrealism is the landscape of the unconscious, child-ing fire. I paint the daily tasks, the search for food, cleaning clothes,
hood memories lost in the vastness like old clocks… I associated making houses, sowing corn, having a cow and a rooster. I like the
those deserts that blend into the sky in Dalí with the horizon of fact that within the ecosystem of the painting there is food, vegetable and animal life, the occasional child. Almost as if in a novel,
the Pampa that was my object of desire at the time. When, in 1993,
I started traveling to the wilderness of Misiones, it was, for me, a these characters must find a way to survive, always with a certain
hieroglyphic: everything that I had dreamed up in my imaginationlandscape in the background ruminating them.
I am in the middle of an interesting time: the roads, society, outfits.
but real and roaring, impossible to grasp let alone paint. I couldn’t
get away from that landscape for a long time. There was a certain Observing the human makes me observe myself and I paint myself
pictorial desperation to those paintings from the romanticism se-painting. And then I painting something that I would never have
imagined: I paint my children painting and my sisters with their chilries. If, from the self- involvement of the painter, I contemplate the
evolution of my painting, I see it as directly parallel to the evolu- dren, that is, life itself. It is, at this point, human things that throw me
into the dimension of “the living,” just as it once was “the vegetal other
tion of the world.
Sofía: That is amazing, the most beautiful thing I have ever heardSofía: How much time do you spend on each painting or drawing?
They look as if they were made in a single session...
about painting. I need you to elaborate...
Florencia: The Big Bang that was my encounter with painting wasFlorencia: The first and basic thing is the sketch in a vital, wafollowed by endless last ditch efforts with the material in the formtercolor-like style, capturing life in a single moment, geometry
of very basic vegetable forms, skies organized in degradé with a as foundational structure. Next comes charcoal on the canvas, on
lot of brushwork and linen-oil swamps. It turned into something which I put the first layer of what is usually a warm and vibrant
fierier with the catharses, the earthquakes of the last surrealist water-based color. The charcoal blurs a little with the water but it
doesn’t disappear. Then the detailed brushwork with the oil paint
paintings, the more carnal roses. Those earthquakes were followed
by the mountains and jungles of romanticism with a language so in cold tones and chromatic grays.
similar to the language of painting: its drippings, its droughts, itsI am always working on two or three paintings at once to fend off
dissolving of the solid in the liquid so bound to the laws of phys- obsession. I like working the whole day long, for hours and hours,
ics, so enslaved to the corporeal. That’s when I shut myself away and leaving the studio as if it were a submarine. A nice hot shower
and returned to the “borrowed” order of Constable, Friedrich. I to get the oil paint off my whole body and then cooking a good
felt safer witnessing those geological movements from that place, meal to calm myself down.
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--------------------------------------------------------------Pachamama
By Tacio Martini
has enabled her to show us Pachamama´s colors, acquired firsthand
through years of symbiotic coexistence with painting and peace.
--------------------------------------------------------------Florencia Böhtlingk was born in Buenos Aires, Argentina, Letter Stolen from Juan L.
March 17, 1966. The first child of an enthusiastic young couple, she
was brought up with solid values and plenty of love. A good manyBrother Emilio:
siblings were soon to arrive. Her happy childhood in the suburbs of […]
About the rest, I really don’t know what to tell you. You and I
Buenos Aires and the countryside of Santa Fe province influenced
have spoken about it. Remember that. I really don’t know what to tell
her strident painting and early love of nature.
you. What can I tell you? What I have been able to do thus far is, of
Her schooling took place at Michael Ham, a respectable
school in Buenos Aires. She was an excellent and well-behaved stu-course, nothing like what I dream of. I dream of making a “poetry”
dent. In those early years, her fascination with great masters like of pure presence, glow, with no “form,” or the very fluid and fleeting
Monet and Matisse began to take hold, leaving an indelible mark form of inner states—harmony or vision—or their reflection.
on her eye and soul. To celebrate her graduation from high-school, I also believe in poetry that engages the entire self, poetry
she had a party at the local nightclub Zombie, which—fortunatelythat is an absolute gift, poetry that is “love that finds its own pace”
for later generations—eventually closed. She studied Political Sci-and that, therefore, follows the footsteps of history and even of circumstance. Because, if the poet feels driven, poetry is combustion
ence at the Catholic University. Despite a formidable performance,
she soon dropped out of that severe institution, realizing that a ca-and transcendence rather than “service” or radicalism
reer in that field would never satisfy her creative and resteless soul. But I believe, above all, in poetry’s endless variety and its
She decided to devote all her energy to her true passion: art. She eternal winged liberty even in the hours when the poet, true to his
exchanged the notes on ancient philosophy that covered her desk dream or his need to take part, must “disappear into a great duty,
for oil paints kept carefully under her bed. This was the spontane-one embraced and beloved”…
I forgot to tell you that writing poetry is, for me, a deep need,
ous beginning to a lifelong love-hate relationship with painting.
Florencia enrolled at the Ernesto de la Cárcova School of like breathing itself. It is ungraspable and fleeting despite the fullest
Fine Arts and found in its lush gardens and vast halls what she commitment, the purest humility, and the most crystalline innocence
had so eagerly pursued. Her effusive inspiration found an oulet that I am capable of. And I have special faith in the poetry that has not
in Argentina´s contemporary art scene, in group shows at a few been written; that poetry will one day be experienced by everyone,
odd galleries. Years went by in a life full of new experiences (for even those now steeped in the poetry of air, trees, water … […]
I would go on endlessly, dear Emilio. In speaking of poetry,
there´s nothing as sacred to an artist as the mere contemplation
all we usually do is ramble, express our very limited preferences or
of reality and its reflection on the canvas), and her painting,
the pittance that we are capable of grasping. “Poetry is where it is,”
like energy itself, underwent constant transformation as she
said Güiraldes. But, we would add, it is also the meek or angelic
discovered new palettes, ranges and inspirations. Surrealism,
child of life changes and the categories that those changes bring,
impressionism, romanticism merged in a creative geyser that
though, like the Delphic Sybil, it lingers over the times.
burst on the canvas.
Florencia´s present work clearly shows her life experience.
Her love of nature, which has been essential to her since she was Letter by Juan L. Ortiz, Paraná, Entre Ríos, April 26, 1953. Puba child in the vast plains of the Argentine Pampa, led her to spendlished in Juan L. Ortiz,Obra Completa, Universidad Nacional del
long seasons in the jungles of Misiones province. This experience Litoral, Santa Fe, 2005.
cedettero il passo ad una foresta rousseauiana, un disegno basato
--------------------------------------------------------------Racconti della foresta
sulla linea e abitato da piccole ninfe provenienti da antiche leggendi María Gainza
de, immagini di selvaggia innocenza. In entrambi i casi, la natura
aveva le sembianze di un luogo maestoso che poteva schiacciarti
Florencia Böhtlingk ha dipinto la foresta per anni. Prima, con il solo tremare delle sue foglie.
Nell’ultimo anno, però, qualcosa nel suo rapporto con la natura
come una terra sorprendente. Poi, come un paesaggio popolato di
cominciò a cambiare. E la geometria, non come dogma bensì come
antiche leggende. Ma le tele rigorosamente quadrate della sua nuova mostra, eloquentemente chiamata “Veinte años junto a ellas” possibilità formale, sembra aver preso la vegetazione d’assalto. Né su[Venti anni con loro], evidenziano uno sguardo più distante ma premazia, né subordinazione: Böhtlingk adesso guarda l’ideale della
altrettanto allucinato: dipinti nei quali la natura rivela mandalas, selva di Misiones con una certa distanza.
Dopo aver trascorso diverse stagioni nella foresta come prosuoni e una geometria rigorosa che, come un’ombra nell’oscurità,
prietaria di un bed&breakfast nei pressi dei Saltos del Moconá,
prende forma nel verde.
Böhtlingk é ritornata in città carica d’immagini che ha via via de Nel 1902, un anno prima di morire nelle Isole Marchesi per lepurato fino all’essenziale. “Quando sono arrivata nella foresta, non
riuscivo a vedere nulla. Era tutto troppo verde”, racconta di sovente.
conseguenze della sifilide, Paul Gauguin scrisse sulla sua “attrazione per la fuga”. Un giorno, quando aveva nove anni e viveva a Or- Forse è per questo che, all’inizio, aveva sentito il bisogno di portare
leans, decise di fuggire dopo aver visto il quadro di un vagabondoimmagini d’altri luoghi, personaggi trapiantati sulle terre di Misiones, come palme in esilio. Ma così come gli occhi si abituano a vedecon un sacco in spalla. Il piccolo Paul riempì un fazzoletto con sabbia, lo legò ad un bastone e si diresse verso la foresta. “Fate atten- re nel buio, Böhtlingk cominciò ad intravedere cose in mezzo a tutto quel verde. Scomparvero così i riferimenti mitici e si fece avanti
zione alle immagini”, disse Gauguin, concludendo la sua storia con
quella che sembrava essere una morale a doppio filo. Badate beneuno sguardo strutturante. Nella pittura, ha messo in pratica alcune
al potere romantico che le immagini esercitano sul senso comune,delle qualità essenziali della buona scrittura. Ha osservato ciò che
ma prestate loro attenzione e godetevi l’incantesimo. Le immaginiBlake chiama “i minuti particolari.” Ha guardato e riguardato, per
poi riverberare le immagini sulla tela. A differenza dei paesaggi itadi Florencia Böhtlingk, come quella del vagabondo col suo sacco in
spalla e quella del piccolo Gauguin che si addentra nel bosco, sonoliani di Tivoli e del Monte Bianco, consumati dalle matite di milioni
di artisti europei, la foresta di Misiones ha offerto a Böhtlingk una
pericolose in entrambi i sensi.
Alexander von Humboldt reinventò l’America, per quanto superficie fresca, da reinventare.
Ed allora la natura diventava, alle volte, un qualcosa di sfreriguarda la natura. Non quella accessibile e classificabile di Linneo, ma una natura dal carattere drammatico e straordinario, unonato, spinto da forze invisibili e provocanti. Altre, sembrava benespettacolo travolgente capace di impressionare la comprensione vola, in attesa d’essere posseduta. In realtà, la natura di Böhtlingk
umana. Non deve sorprendere che la maggior parte dei ritratti era diventata meno naïf : poteva essere una cosa o un’altra a seconmostrino una piccola figura di Humboldt davanti a un paesaggio da del momento della giornata o del luogo. L’uomo, dal canto suo,
smise d’essere un pacifico yogi che medita sul prato per diventare
sfolgorante oppure davanti alla sua biblioteca di botanica.
Per un certo periodo, Florencia Böhtlingk ha mantenuto conun lavoratore, un colono duro, tutt’uno con la sua terra. Il giardino
si é popolato di scimmie e giaguari, e la vegetazione é diventata
la natura un rapporto simile. Nei suoi dipinti passati, la foresta della provincia di Misiones, il suo principale oggetto di studio, appa-ancora più rigogliosa nelle sue geometrie: dagli alberi pendono
riva come una terra meravigliosa. Attorno al 2001, le macchie e enormi liane, prendono vita felci preistoriche, il cielo è luminoso
le pennellate alla Turner ricreavano Arcadie solcate da cascate di e lancia vampate di luce che si aprono il cammino attraverso la
vegetazione. Non è stato dipinto in uno scantinato buio.
luce e da un folto fogliame. Solo pochi anni dopo, queste immagini
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Benché sempre energica, la giungla di Böhtlingk non è mai L’idea di Wright era costruire una casa su una cascata che non pocosì calma come quando è violenta. Colori freddi e caldi nei toni tesse essere vista da dentro, ma solo ascoltata. Anche i dipinti di
acidi allucinogeni, una pennellata che delinea in forma ossessiva eBöhtlingk sembrano essere state fatti per essere sentiti da un’altra
ricorda che i limiti non sono frontiere, ma luoghi dove la pittura, stanza. Ognuno è una commozione incessante di scimmie ululanti,
piante rampicanti e foglie che mormorano nel calore.
emergendo dalla superficie, cambia colore. I quadri trasmettono il
Anche se i quadri di Böhtlingk non sono narrativi, esiste una
calore e l’umidità di questi paesaggi. Se provate a osservarli a luncuriosa simmetria tra le immagini ed i racconti di Horacio Quiroga.
go, sentirete un insetto che vi cammina lungo la gamba.
In entrambi c’è uno strano equilibrio tra realtà e fantasia. Nei “RacWallace Stevens in una delle sue poesia più famose, “Aneddoto della giara”, dice: “Posai una giara nel Tennessee,/ed era tonda,conti della foresta”, Quiroga ci mostra una selva dura, indifferente,
sopra un colle/ obbligò la sciatta selva/ a circondare il colle/la sel-comunque piena di piccoli animali deliranti -di pappagalli, scimva sorse alla sua altezza,/attorno adagiata, non più selvaggia”. Tramie, tartarughe, serpenti e procioni- inevitabilmente legati alla vita
le altre cose, la poesia sembra soppesare il mondo della natura e dell’uomo che avanza. Quiroga descriveva in quel momento una
Misiones in processo di colonizzazione, dove convivevano i discenquello umano. L’uno è vasto e disordinato. L’altro, circolare ed ordidenti guaranì con gli immigrati brasiliani e paraguaiani ed i recenti
nato. Entrambi bramano dominare. Ma l’atteggiamento di Stevens
è ambiguo e, quando sembra che uno dei mondi stia per prevalerecoloni europei, tutti sotto l’orma indelebile lasciata dagli insediasull’altro, nel verso successivo tutto cambia.
Gran parte del fascino menti gesuitici. Nel XXI secolo resta solo un terzo della superficie
che provoca questa poesia proviene da quest’instabilità, proprio originale di quella Misiones selvaggia e lussureggiante. Alcuni sembrano essere attratti dal richiamo della selva con più forza che altri.
quella che Florencia Böhtlingk rappresenta nei suoi dipinti.
In mezzo a tante riviste d’arte straniere ed insulse, Böhtlingk
Le sue tele perfettamente quadrate disposte nella selva di Misiones cercano di domare la natura indisciplinata. Solo un istanteha deciso di dipingere ciò che pochi artisti contemporanei si sarebbero presi la briga di osservare: un groviglio di verde. E, senza
dopo, hanno già abbandonato la lotta. L’astrazione mandalica di “La
tarde” [Pomeriggio] porta la natura ad uno stato cosmico, la cui grandi pretese, ha tentato di districarlo con i suoi quadri, non per
spiritualità è simile alle immagini di Georgia O’Keeffe. La geome-possedere, bensì per lasciarsi possedere dalla realtà. Ed è esattatria psichedelica di “Mangrove” [Mangrovia] s’avvicina all’arte deimente questo suo gesto outsider di spregiudicatezza e serietà asche ci ricorda che tutti i bravi artisti sono voci nella selva,
graffiti o al batik. Ma nulla, nel lavoro di Böhtlingk, è schematico.sieme,
E
mentre le influenze rimbalzano
le une contro le altre –c’è qualcosa solitari per natura, che rompono il silenzio ad ogni pennellata.
Pubblicato sul quotidiano Página 12 in occasione della mostra
del Pattern and Decoration a la Beatriz Milhazes e della delicatezza
Veinte años junto a ellas, Dabbah Torrejón galleria, Buenos Aires,
delle stampe di Utagawa Hiroshige– le tele finiscono per dare delle
immagini nelle quali natura e cultura si mangiano a vicenda.
dicembre 2009.
A volte, i paesaggi sono così misteriosi che proiettano la mente verso luoghi strani. Ricordano, per esempio, che il più grande --------------------------------------------------------------naturalista moderno nordamericano potrebbe non essere stato unEsotica/pittura/paradiso
di Cecilia Biagini
pittore, bensì un architetto. A Fallingwater, Frank Lloyd Wright ha
creato una casa dove la geometria funzionava -come la giara di Stevens o i quadri di Böhtlingk- in mezzo alla natura. Creava tensioni, Florencia mi chiama e mi propone addentrarmi nel suo monsfidava e, allo stesso tempo, si arrendeva e integrava gli elementi edo pittorico e trasformarlo in scrittura.
Florencia mi parla del graffiti e della sovrapposizione di strale loro variazioni: la superficie liquida dell’acqua e quella dura del
vetro, la sensazione di un edificio incrostato nella roccia e balco- ti. Quello che io percepisco, é la morbidezza dei colori a olio, il
ni che galleggiano nell’aria. Tutti gli opposti nella sintesi poetica. piacere della pittura ed i segreti della terra.
La mostra Veinte años junto a ella, possiede l’energia con la genti territori di cui ci fa partecipe l’affabile decisione che carattequale il biologo si immerge nel mistero, la ricerca di una vita inte-rizza il tono di Florencia Böhtlingk.
ra racchiusa in un foglio di carta. La luce degli opposti, la corrente
dell’acqua e le sue sponde. Ci sono anche la geometria, le posizio- Pubblicato nel catalogo della mostra individuale La luciérnaga
ni, la scelta di ciò che é vicino e ciò che é lontano, molto disegno. diurna , nel Museo de las Mujeres, Cordoba, novembre 2011.
Osservando la pittura El colono penso che Flor abbia qualcosa
in comune con Matisse, anche se lei dipinge il mondo esterno
--------------------------------------------------------------come riflesso del mondo interiore, una sorta di carta da parati Sola contro il paesaggio
del mondo. I suoi quadri sono dedicati, intricati, si sviluppano di Fernanda Laguna
verso l’interno.
Lo scintillare delle gocce d’acqua esplode in più gocce di coloVedo e percepisco il movimento, l’immagine e la sensualità
re sull’acqua stessa, sulle rocce e sul mio viso che, attonito, guarda.
del pennello.
Mi addentro nel paesaggio come in una favola. Ascolto i pappaTriangolo ed orizzonte, quadro completo ed armonico, “Stiamo
galli, gli uccelli. In strada piove e qui dentro, s’intravede il caldo
per caso sperimentando l’elisir di una pianta magnifica?
Nella pittura di Florencia Böhtlingk vi é una storia vergine, isole attraverso il fogliame. I quadri non smettono di sudare odore a
dettagli di un viaggio nel mondo naturale, minuzioso ed incredi- natura, a verdi erbe, a terra bagnata.
Nei dipinti non c’è nessuno ed io sono sola, nella grande sala.
bilmente pittorico. Ci sono piante, animali, uomini proporzionati
Quali folli misteri? Cosa? Che cosa? Il paesaggio m’avvolge in penal nostro favoloso habitat, terra, acqua, aria ed il bagliore della Ternellate vorticose che mi convertono nel tutto. Esplodo contro le
ra del fuoco.
Da dove provengono questi colori così brillanti? Saranno rocce, senza farmi male.
formule della terra, che la nostra pittrice interpreta come fosse un
Pubblicato in occasione della mostra individuale presso La Casona
mago, per poi restituircele con la sua la pittura incantata?
de los Olivera, Buenos Aires, settembre 2000.
Veinte años junto a
Pubblicato nel catalogo della mostra personale
ellas, galleria Dabbah Torrejón, Buenos Aires, ottobre 2009.
--------------------------------------------------------------Natura viva
di Laura Cherubini
-------------------------------------------------------------- La lucciola diurna
“To make a prairie it takes a clover, and a bee
di Renato Rita
One clover, and one bee,
And revery.
Il misterioso riflettere che la brezza estende tra il fogliame
The revery alone will do,
silvestre, accompagnando il sonno attento di uccelli infedeli alla
cattività, rimane sospeso nella minuziosa pittura a olio di Florencia If bees are few.”
Emily Dickinson
Böhtlingk. Allegri misteri dell’anima rapiti dalla veglia incessante
dell’ostinata esistenza, posti ai bordi dell’immagine, evitando di
“Natura viva”: Potrebbe essere la definizione piú calzante per
porre fine agli interrogativi insondabili che il destino ci pone.
La gioia dell’umore sfuggente che la natura ci dà, il raccon- le opere di Florencia Bohtlingk. Una natura rica, lussureggiante
to esultante degli elementi, la narrazione labirintica del ritratto, lain continua espansione e proliferazione. I colori vivace, brillante,
fuga malinconica che imprigiona il quadro: sono questi gli avvol- squillante. Le forme che generano incessantemente altre forme.
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I dipinti di Florencia Böhtlingk sono rappresentazioni di vegetale concentrata in un dialogo intimo con la foresta e la terra
giardini, piccole selve, boschetti fatati popolate di fiore e uccelli. rossa. Gli abitanti di Misiones lo fanno masticando tabacco ed a
Un tema formale li caratterizza quello dell´intreccio. L´intreccio colpi di macete affilato.
é anche alla base di una delle piú fondamentali attivitá umane:
quella della costruzione. La capanna delle origine nasce proprio Pubblicato nel libroAttitude Argentina , edizione di Natasha Elliot
& Sofia Pomar, Buenos Aires, 2008.
dall´intrecciare.
Palo
Borracho
In
(2009) ai toni freddi dello sfondo, blu, azzur--------------------------------------------------------------ro, celeste, si contrappongono ai toni caldi di piante e alberi in una
LaIn
pittura di Florencia Böhtlingk gamma che va dai rossi ai violetti, rotti dai forti verdi del fogliame.
di Alina Tortosa
Mangrove Graffiti (2009) rami, fiori e foglie disegnano una oeganica
struttura, la trama della realtá.Restos
In umbanda en la orilla(2010)
lo spazio del quadro é scandito da una línea d´orizzonte che separa il Le vocazioni irrompono improvvisamente nella vita delle
persone o scivolano discretamente senza che il soggetto recettore
cielo e la terra mentre un ulteriore spazio separato é quello de la mensia consapevole di ciò che sta accadendo.
sa. InVeinte garzas(2010) il regno del giardino é popolato da volatili
che sono quasi incastrati in questa sorta di interno dal soffitto basso. Florencia Böhtlingk ha scoperto il suo interesse per la pittura
Quello qui rende cosí intensi questi giardini di Florencia quando aveva 13 anni nel Museo d’Arte di San Paolo davanti a MoBöhtlingk é il fatto che lei stessa li ha coltivati, che tra la pittrice enet, Van Gogh, Modigliani ed altri, senza sapere allora che, quella
disciplina capace di affascinarla tanto come spettatrice, sarebbe
quell´intrincato labirinto vegetale c´é un legame profondo.
diventata poi la sua strada. Scoprì più tardi Friedrich, Constable
Pubblicato nel catalogo della mostra personale Tropica- e Delacroix.
lia , galleria Francesco Zanuso, Milano, ottobre 2010.
Fin dal suo ingresso alla Scuola di Belle Arti, all’età di 18 anni e
“senza averci pensato molto,” ha dipinto attratta dal colore.
Il paesaggio arrivò senza che lei lo avesse cercato, essendo, da
--------------------------------------------------------------Florencia Böhtlingk
sempre, una parte fondamentale della sua vita. Sulla tela elabora le
di Sofía Pomar
sue impressioni e fantasie del cielo e dell’acqua, la gamma e i colori
del paesaggio rurale e l’influenza dei cambiamenti atmosferici su
A Florencia Böhtlingk ci sono voluti anni per capire l’intri- questi elementi.
Si é arricchita della conoscenza intima della natura prolificata foresta della provincia di Misiones. Quell’intreccio vegetale le
sembrava arte astratto. All’inizio vedeva soltanto un muro verde,ca ed intensa della provincia di Misiones. La pittura sensuale di
Böhtlingk descrive, si altera, cresce, si evolve, irrompe in forma
impossibile da penetrare nemmeno con lo sguardo. Presentiva uno
esplosiva, attirando la nostra attenzione, distratta la maggior parspazio scrupolosamente occupato da muschi, felci, canne tacuarazú,
te del tempo da immagini concettuali o minimaliste, e la seduce,
orchidee come cascate, palme pindó, guatambù, peteribí e lapachos.
ricordandoci che l’uomo vive non solo di idee e che la natura veIndovinava i serpenti yarará ed i giaguari in via d’estinzione.
getale ed atmosferica é parte del tessuto visivo e poetico del nostro
Il tempo la lasciò avvicinarsi all’umidità dei ruscelli ed al suouniverso estetico.
no degli insetti, delle scimmie carayá e degli uccelli. Scoprì le forme
dell’intricato guaimbe, percorse il labirinto di begonie e conobbe la Seguire il processo creativo dell’artista ci mostra che ha
apparente semplicità delle felci giganti del Chachi, grandi come alberi.
assimilato e sviluppato l’articolazione sensibile di una tecnica
Modelli vivi, schizzi a matita, enormi tele appese nella galle-tradizionale su temi ancestrali, per restituirci immagini contemria della sua casa di legno, così penetra l’artista in quell’immensitàporanee.
Pubblicato sul catalogo della mostra individuale nella galleria
di Belleza y felicidad, Buenos Aires, aprile 2004.
--------------------------------------------------------------Recensione
di Fabian Lebenglick
con la pittura, e fare in modo che avesse la maggiore intimità possibile.
Florencia: Sì, impetuosamente intima! E allo stesso tempo, continuare a lavorare e lavorare. Per fortuna viene dal desiderio, da un
qualcosa di impulsivo, un po’ diabolico.
Florencia Böhtlingk crea vegetazioni e paesaggi astratti carichi di una forte tensione. La finitura meticolosa, distante, che Sofia: ho sempre pensato che avessi un pò un rapporto da merende freddi anche i colori più caldi, la lucentezza e l’armonia di dium con la pittura, come se qualcosa ti arrivasse da qualche
parte.
forme statiche e perverse che si mescolano con un caos esplosivo di
forme,textures, impasti e rilievi, costituiscono i poli di questa tesa
Florencia: Forse tutti i pittori siamo un po’ medium. Ci addencoesistenza plastica.
Böhtlingk sembrerebbe rappresentare in termini pittorici la triamo in un luogo della mente e lo descriviamo. Come diceva
García Sáenz: “dipingiamo sempre lo stesso quadro”. Immagino
schizofrenia chimica del dottor Jekyll e del signor Hyde.
che davanti alla tela in bianco, questo certo non so che del mePágina
12
Pubblicato sul quotidiano
, in occasione della mostra dium si concreta in un impulso, il primo tratto, la prima macpersonale presso il Centro Culturale Recoleta, Buenos Aires, ago- chia. Poi interviene la mente ed inizia a pianificare. Si manifesta come desiderio di dipingere. O quando dipingo una foresta,
sto 1995.
e una scimmia o un tucano appaiono in una parte della tela in
mezzo alle foglie.
--------------------------------------------------------------Intimità impetuosa
Sofia: Un’altra delle cose che percepisco, è che passi dall’astrazione
Conversazione con Sofía Böhtlingk
alla figurazione, facendoci quasi dubitare sul carattere obsoleto di
Sofia Böhtlingk:Mi ricordo del tuo studio in via Uriburu quando tiquesta categoria. L’astrazione ha la capacità di addentrarsi in emofacevo da assistente. Anni 90. Cominciamo da lì ...
zioni e sensazioni che il linguaggio non può raggiungere. Mi piace
pensare che il tuo lavoro figurativo genera tutto ciò di cui é capace
Florencia Böhtlingk: Che bello studio! Tra via Uriburu e via
l’astrazione...
petit
hotel
Santa Fe, all’ultimo piano di un
in rovina, sopra gli uffici di un Comitato Radicale. Fracchia, Erlich, e Clusellas, ognunoFlorencia: È l’essenza stessa della pittura! Una linea, una macchia,
una texture... Conducono la mente verso luoghi inesplorati.
con il suo studio, il suo mondo, le sue aspirazioni. Ogni opera
veniva sistematicamente analizzata dagli altri. Riso integrale e
lenticchie comunitarie per pranzo. Mate , molto mate. Calama- Sofia: Sì, é vero, la pittura ci conosce meglio, di quanto noi la coro, Leonard Cohen, Babasonicos ed Enrique Symms rinchiuso in nosciamo.
soffitta, scrivendo, quasi fosse invisibile.
Florencia: Se si trova il posto giusto, il paesaggio diventa invisiSofia: Nello studio di via Uriburu ho capito che la cosa più impor-bile, un’astrazione. Bisogna lavorare i toni, fondere i toni freddi
tante era il fatto di star lavorando, la volontà. Più avanti sei stata dello sfondo con la figura in primo piano, creando dei grigi che
tu a dirmi che dovevo sopratutto fare attenzione alla mia relazionesiano una sintesi dei colori nella tavolozza. Quando l’occhio vede
Nombre obra, año, técnica, medida
185
solo l’insieme e non le parti, allora hai la certezza che il quadro è dipingendo per se stessa.” Una volta hai detto che andare a Carlos
Keen è stato come fare un passo indietro. È stato un tornare indieterminato.
tro necessario?
Sofia: C’è una sorta di edonismo, non innato bensì conquistato,
Florencia: E ‘stato sicuramente fare un passo indietro, come un
come una forma segreta di comprendere il mondo ...
oscurantismo medievale, lasciare indietro questa ricerca astratta,
Florencia: Per me, l’unica forma di intendere il mondo, è sempre queste manifestazioni pittoriche, che rappresentano il futuro e la
stato quello di creare migliaia e migliaia di schizzi.
pittura libera di pregiudizi.
Andare via da Buenos Aires, habitat di artisti d’avanguardia pieni
Sofia: Comunque, quando facevi astrazioni, ti venivano, come oggi
d’incredibile talento, e di grande inspirazione -Ale Seeber, Fer Laguna, Biagini- e immergermi in un capannone umido per rendere
ti riescono i tucani e le scimmie.
omaggio agli eucalipti della mia infanzia. Ammettere che l’analisi
Florencia: Sì, è vero! Gli animaletti appaiono e ti fanno compa- del linguaggio di per sé non mi interessa, e che ciò che voglio è
gnia, ti fanno ridere. Tipo Frida, che si circondava di animaletti. narrare e narrare.
Ho lasciato la città per paura che il mio mondo cambiasse: l’astrazioSofia: Mi ricordo che una volta hai detto, “Mi piacciono i quadri ne, le nuove tendenze, la musica, il rock and roll, tutto era possibile!
che ti portano da qualche parte ...” Questo pensiero ti ha sempre L’ho lasciata anche per fare in modo che il paesaggio -caratterizzato
accompagnata. Difatti, credo che questa capacità di trasportare dall’assenza dell’uomo- mi aiutasse a concentrarmi su quello che vosia via via cresciuta nella tua opera. Quando ti venne concessa la levo. Non posso abbandonare la mia fissazione per le forme, l’assenza
borsa di studio Kuitca, facevi questi quadri espansivi, dipinti che di forme mi provoca angoscia.
volevano essere interpellati e messi in questione, e che consideSofia: Forse stavi cercando la maniera più diretta e più facile di
ravano l’esistenza di uno spettatore.
relazionarti con la pittura, e quindi con il tutto.
Florencia: Alcuni dicono che quando dipingiamo, abbiamo sempre due o tre persone in mente. Penso che sia vero, e nel caso di Florencia: Andare a vivere in mezzo alla natura era il mio modo
quei dipinti rosa fu proprio così. Il fatto di sapere che la tua operadi dare un senso mitico alla pittura, già che non mi entusiasmava
verrà vista e duramente messa in questione, ti porta a superare i dipingere per laArtforum .
limiti, ad andare oltre, osare di più, rompere l’immagine, violarla,“Perché non considerare la pittura paesaggistica come una branca
perché questaterra incognita dell’esplorazione, questo camminare della filosofia naturale, in cui i quadri non sono altro che espericon gli occhi chiusi, vale oro. Suppongo che la necessità dello spet-menti”. Ho scritto questa frase di John Constable sul mio muro. Era
tatore, é quella di essere testimone di queste avventure pittoriche:il mio credo.
lo spettatore le ancora al “mondo reale” e certamente gli conferisce
Sofia: Mi ricordo i tuoi dipinti surrealisti. Li ho amati come si amalegittimità.
no i dipinti profondamente catartici fatti da altri, che al dipingerli
Sofia: Quando hai deciso di allontanarti dalla città e di immer- ne pagano il prezzo.
gerti nellapampa della località di Carlos Keen, hai ricominciato a
dipingere paesaggi, per poi più tardi caricarli di finzione. QuandoFlorencia: Tutto ha un prezzo. La catarsi arriva dalla disperaconobbi Diana Aisenberg mi chiese di te e le dissi che eri andata zione e lavorare con la catarsi significa perseguire quel punto e
a vivere lontano. Gli raccontai dei tuoi quadri e lei disse: “ah ... staalimentarlo.
Sofia: D’altra parte, mi piace il fatto che il tuo lavoro non cerca di quadri del romanticismo. Se penso all’evoluzione della mia pittura,
dal punto di vista egoistico dell’artista, ci vedo un parallelismo con
dare un ordine al caos.
l’evoluzione del mondo.
Florencia: Al contrario. Mi sento come se stessi costantemente
Sofia: L’ultima cosa che hai detto é incredibile. Fra le cose più
cercando di dare un ordine al caos.
belle che ho sentito dire della pittura. Potresti spiegarti meglio?
Sofia: Penso che ci mostri il caos così com’è, come qualcosa di naturale, pornografico, come disse una volta Renato Rita. La cosa Florencia: Il Big Bang, che è stato il mio incontro con la pittustrana, é che la geometria entra a far parte della tua pittura in for-ra, é stato seguito da innumerevoli tentativi con la materia, e ha
ma automatica, senza intenzionalità, non c’è nulla di mentale, nes-dato forma ai primi vegetali elementari, cieli sfumati organizzati
sun gesto. Non interviene per creare un ordine, bensì per creare con molte spennellate e paludi in olio di lino. Si è trasformato in
nuovi spazi. Quand’è che la geometria inizia ad essere presente nelqualcosa di più del fuoco con la catarsi, i terremoti dei recenti dipinti surrealisti, le rose più carnali. A quei terremoti sono seguite
tuo lavoro?
le montagne e le giungle del romanticismo. Con un linguaggio così
Florencia: Ha avuto molto a che fare con le venature delle foglie, simile alla pittura: i suoi schizzi, i suoi tempi di asciugatura, la disinsolitamente ripetute sulle ali di farfalle ed uccelli, e con la formasoluzione del solido nel liquido, legato a leggi fisiche, così schiavo
in cui avviene la crescita, la centrifuga delle stelle sulle begonie. E del corporale. Fu allora che feci un passo indietro, per ritornare
all’ordine “preso in prestito” di Constable, Friedrich. Mi sono sencon la sintesi... Ora vivo una appassionata storia d’amore con la geometria! Poiché la geometria ha un metodo proprio, non ho biso-tita più sicura osservando i movimenti geologici da quel luogo, con
gno di pensare mentre dipingo. Semplicemente mi lascio guidare,la sua solitudine e la sua divisione tra il soggetto e il mondo. Ho
risolvendo il tutto secondo triangoli, linee, cerchi, senza ricorrereosservato da un piccolo balcone (forse il balcone della capanna di
all’emozione. Allo stesso tempo, gli spazi che emergono sono cosìMisiones, proiettato sulla giungla come un ala) la creazione delle
montagne e delle foreste.
mentali...
In mezzo a tanta vegetazione, sono apparsi gli animali e le speci.
Sofia: Nell’epoca in cui stavi realizzando i disegni della guerriera, Una mattina scesero sei scimmie e sono arrivata giusto in tempo
sei stata amichevole, hai smesso di osservare il caos umano, e ti seiper vederle. Poi un pomeriggio, all’ora della siesta, una mantide
gigante rimase ore a pulirsi affianco a me.
sommersa nel caos della natura, l’esuberanza...
La felce che ho ammirato per cinque anni, il palo di bambù che è
Un po panteistico, cosmico...
ancora troppo per me, ed il guaymbe, maledetto, che appare solo
Florencia: In quei tempi stavo esplorando l’ignoto, gli estremi della
quando vuole lui.
mente. Il surrealismo è il paesaggio dell’inconscio, ricordi dell’in-Improvvisamente l’essere umano irrompe con i suoi riti, cerimonie,
fanzia perduti nell’immensità come orologi vecchi... Associavo l’immancabile fuoco per cucinare. Dipingo le attività, la ricerca di
quei deserti, che in Dalì si fondono con il cielo, con l’orizzonte della
cibo, il lavaggio dei vestiti, la costruzione delle case, la piantagione
Pampa, che era allora il mio oggetto di desiderio. Quando nel 1993del mais, l’avere una mucca e un gallo. Mi piace il fatto che nell’eho iniziato a viaggiare nel deserto della provincia di Misiones, percosistema della pittura ci sia del cibo, vita vegetale, vita animale e
me era un geroglifico: tutto quello che la mia immaginazione aveva
qualche bambino.
sognato, ma reso reale, ruggente, impossibile da capire, figuriamoQuasi come in un romanzo, questi personaggi devono trovare un
ci da dipingere. Sono rimasta attaccata per molto tempo a questo modo per sopravvivere, sempre con qualche paesaggio sullo sfonpaesaggio. C’è una certa disperazione pittorica in questa serie di do, ruminando su di loro.
Nombre obra, año, técnica, medida
187
Adesso sto attraversando un momento interessante: le strade, la cabile. In quegli anni rimase affascinata da grandi maestri quali
Monet e Matisse, che marcarono in modo indelebile la sua mente
società, i costumi.
Osservare l’essere umano mi porta ad osservare me stessa, e dipin-e la sua anima.
Dopo aver terminato il liceo e festeggiato la fine delle scuole
gendo mi dipingo.
superiori nel nightclub Zombie (che per la gioia delle generazioNon l’avrei mai immaginato! Dipingo i miei figli dipingendo, le mie
sorelle con i loro bambini, insomma, la vita stessa. Oggi sono gli ni future oggi é chiuso al pubblico), Florencia iniziò la facoltà di
elementi umani che mi catapultano nella dimensione del “vivere”,scienze politiche presso la Universidad Católica Argentina. Nonostante gli ottimi risultati, decise di abbandonare la severa Istitumentre prima era “l’altro vegetale”.
zione universitaria, convinta che una laurea di questo tipo non
Sofia: Quanto tempo dedichi ad ogni dipinto o disegno? Sembranoavrebbe potuto saziare il suo animo creativo e inquieto. Fu così
che Florencia decise di dedicarsi interamente alla sua vera pasessere realizzati in una sola seduta.
sione, l’arte.
Florencia: La prima cosa fondamentale è lo schizzo vitale, ad
I vecchi appunti di filosofia ordinati nella libreria, cedettero
acquerello,che cattura la vita in un solo instante, e la geometria il posto a dipinti all’olio ordinati con cura sotto il letto. Iniziò così,
come struttura fondante. Poi viene il carboncino su tela, su cui in maniera del tutto spontanea, la relazione di amore-odio che
applico il primo strato, generalmente di colore caldo e vibrante, aFlorencia manterrà poi tutta la vita con la pittura.
Nei parchi frondosi e le aule immense dell’Istituto di Belle
base di acqua.
A contatto con l’acque il carboncino si cancella lievemente, ma Arti Ernesto de la Carcova la giovane pittrice incontrò tutto ciò che
non scompare. Poi arriva la pennellata dettagliata con la pittura aveva tanto anelato.
Nell’ ambiente della pittura argentina contemporanea, la sua
ad olio con toni freddi e grigi cromatici.
Dipingo due o tre quadri alla volta per evitare di diventare osses- effusiva ispirazione, iniziò a plasmarsi pubblicamente in mostre
siva. Mi piace lavorare durante giornate intere, per ore e ore, per collettive e svariate gallerie.
La sua vita trascorse all’insegna di nuove esperienze (non
poi uscire dallo studio come se uscissi da un sottomarino. Una
bella doccia calda per togliermi la pittura ad olio dal corpo e poi essendoci niente di più sacro per un artista, che il contemplare la
realtà e plasmarla in una tela) e la sua pittura, in continua trasforcucinare un buon pasto per calmarmi.
mazione, come l’energia stessa, incontrò nuove combinazioni di
colori, nuove gamme e nuove influenze.
--------------------------------------------------------------Pachamama
Surrealismo, impressionismo e romanticismo si fusero in un
di Tacio Martini
geyser creativo esplodendo sulle tele vergini.
Il lavoro attuale dell’artista denota chiaramente una esperienFlorencia Böhtlingk é nata a Buenos Aires, Argentina, il 17 za di vita. L’amore per la natura, consolidato sin dall’infanzia trapampa argentina, culmina nei lunmarzo del 1966.
scorsa nella vasta pianura della
Primogenita di una coppia giovane ed entusiasta, cresce, cir-ghi soggiorni nella giungla della provincia di Misiones. É Così che
condata dai suoi fratelli, in un ambiente familiare, permeato di sani
Florencia Böhtlingk, ci mostra i colori della Pachamama, acquisiti
valori e pieno d’amore. La sua infanzia, vissuta con gioia ed allegria
in prima persona, tramite anni di simbiosi con la pittura e la pace.
tra la provincia di Buenos Aires e la campagna di Santa Fe, contribuì a
definire la sua pittura stridente ed il suo amore precoce per la natura.
Florencia iniziò i suoi studi nella prestigiosa scuola Michael
Ham, dove spiccò per i suoi voti eccellenti e una condotta impec-
--------------------------------------------------------------Lettera rubata a Juan L.
sogno o al suo bisogno di integrarsi, dovrebbe “sparire in un grande dovere, coccolato ed amato” ...
Ho dimenticato di dirle che io vivo la poesia come un profonCaro Emilio, fratello,
do bisogno, come la respirazione, allo stesso tempo evanescente e
[...]
sfuggevole, nonostante la dedizione più assoluta, l’umiltà più acPer quanto riguarda l’altra questione, non saprei davvero cosa
condiscendente e l’innocenza più cristallina, delle quali io sia cadirle. Assieme, abbiamo discusso qualcosa al riguardo. Se lo ricor-pace. Ed ho fiducia in particolare in quella poesia che non è stata
di. Non so davvero cosa dire. Che cosa potrei dirle? Quello che ho ancora scritta e che sarà vissuta da tutti, proprio come alcuni ora
potuto fare finora è lì, lunghi, chiaramente, dai miei ideali. Sognos’impregnano di poesia, aria, alberi ed acqua ... [...]
per me una “poetica” di pura presenza, di fulgore quasi privo di
E non finirebbe mai, mio caro Emilio. Quando si tratta di po“forma”, o con la forma fluida o eterea degli stati interni- armoniaesia in genere non facciamo altro che divagare od esprimere le noo visione- o la loro corrispondenza possibile.
stre limitate preferenze o la miseria che siamo in grado di cogliere.
Credo anche nella poesia che coinvolga l’ essere nella sua to- “La poesia è dove si trova”, disse Güiraldes. Però é anche figlia umitalità, che è un dono assoluto, che è “l’amore che trova il proprio le o angelica, aggiungiamo noi, dei cambiamenti della vita e delle
ritmo”, e, di conseguenza, in quella che segue le orme della storia,categorie alle quali questi cambiamenti portano, anche se, come la
delle circostanze, perché é combustione e trascendenza, prima an-Sibilla Delfica, indugia sui tempi.
cora d’essere, se il poeta si sente guidato fino ad essa, “servizio” e
militanza.
Lettera del poeta Juan L. Ortiz, Paraná, Entre Rios, il 26 aprile
Opera completadi Juan L. Ortiz, Universidad
Ma credo, soprattutto, nella sua infinita varietà, nella sua li- 1953. Pubblicato nell’
bertà alata ed eterna persino nelle ore in cui il poeta, fedele al suo Nacional del Litoral, Santa Fe, 2005.
189
Nombre obra, año, técnica, medida
Índice
Pinturas
9
Textos sobre la obra
María Gainza
Cecilia Biagini
Renato Rita
Fernanda Laguna
Laura Cherubini
Sofía Pomar
Alina Tortosa
Fabián Lebenglick
115
119
120
121
122
123
124
125
Furiosa intimidad. Conversación con Sofía Böhtlingk
126
Pachamama. Por Tacio Martini
131
Cuadernos
132
Carta robada a Juan L.
165
Textos en inglés
173
Textos en italiano
181
Edición María del Carril
Diseño Adriana Manfredi
Fotografía Gustavo Lowry
Traducción al inglés Jane Brodie y Florencia Böhtlingk
Traducción al italiano Myriam Meloni
y Margherita Guastamacchia para e-verba
Corrección Mariana Sández
Corrección del italiano Alejandro Azzano
Fotos de la artista Dolores Böhtlingk y Ana Harriague
Agradecimientos
María del Carril
Adriana Manfredi, Andrés y Helena Sobrino
Candelaria Sáenz Valiente
Sofía Böhtlingk
Gustavo Lowry
Agustín Festino
Patricia Rizzo
Marcelo Setton
Especial agradecimiento a los autores de los textos:
María Gainza, Cecilia Biagini, Renato Rita, Fernanda Laguna,
Laura Cherubini, Sofía Pomar, Alina Tortosa, Fabián Lebenglick
y Tacio Martini
Y a los coleccionistas que apoyaron el proyecto del libro:
Lucila Hechart, Rocío García Orza, Valeria Ferrari y Jorge Restelli,
Zelmira Peralta Ramos, Eduardo Cárdenas, María Casado,
Gustavo Bruzzone, Alfredo Londaibere, Sergio Molina,
Alessandra Maríncola, Mariano Grandval, Federico Lütjohann,
Florencia Valls, Laura González Bonorino, Kenia Mihura,
Ronaldo y Putzi Böhtlingk, Dolores Böhtlingk, Alejandro Azzano,
Carola Di Bártolo, Inés Bolgar, Gustavo Di Maggio,
Regina del Carril y Lucía Festino.
Tapa:Aloe, 1992
Contratapa:Selvita febrero, 2012
Bohtlingk, Florencia
Florencia Bohtlingk : obras 1992-2012 / Florencia Bohtlingk ; edición
literaria a cargo de María del Carril. - 1a ed. - Temperley : Tren en
Movimiento, 2012.
206 p. : il. ; 23x23 cm. - (Acuático - Libros de colección)
ISBN 978-987-27654-4-6
1. Bohtlingk, Florencia.Obra Artística. I. Carril, María del, ed. lit. II. Título
CDD 759.82
Fecha de catalogación: 10/10/2012